Proyecto Humano ha trasladado su sede del Polígono Industrial al antiguo convento de Capuchinos, cedido por los religiosos franciscanos para que sigan desarrollando su labor social de atender a personas con adicciones y dependencias.
Se procedió a su inauguración y bendición este jueves 15 a las 12 del mediodía en un acto en el nuevo salón de actos.Para adaptar el edificio, la Diputación Provincial ha destinado 180.000 euros para que se pueda seguir desarrollando la labor del colectivo que se dedica a la prevención, intervención y reinserción de personas inmersas en el mundo de las drogas y las adicciones en la comarca de Antequera y pueblos limítrofes de las provincias que delimitan con la ciudad.
Intervenciones y bendición
La directora de Proyecto Humano, Marisa Martín, condujo el acto y recorrió la historia del colectivo cuando hace 30 años comenzaron su labor cuando otra pandemia, la de la heroína, asolaba la comarca. Y de allí a hoy, con 30 años de trabajo, prevención y colaboración de todos los que ha necesitado la asociación.
Cedió la palabra en primer lugar a Conchi Espinar, presidenta del colectivo, quien dio las gracias a todas las personas y colectivos que han hecho posible estos 30 años y el traslado a Capuchinos.
Subrayó la colaboración de los religiosos y de las administraciones, Ayuntamiento y Diputación Provincial. Momento en el que Carlos Coca, provincial de los capuchinos, agradeció a Proyecto Humano que siga dando vida a ese convento que fue el primero que llegó a Andalucía.
Por su parte, el alcalde Manuel Barón expuso que estar allí demostraba que son “los renglones torcidos de Dios” por lo que aunque no pueden estar ya los capuchinos, su espíritu de ayuda sigue presente en la sede de este colectivo.
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, agradeció el trabajo que desempeña esta asociación y les felicita por el Premio por la Participación Social de la Diputación que cuenta con 10.000 euros.
Un equipo humano de “buenas personas, solidarias, que ayudan a otros en momentos complicados” y ha felicitado a la entidad por sus nuevas instalaciones.
Siguieron, pidiendo al capuchino Juan Jesús Linares que bendijera la sede, para lo que aludió que el agua bendita era la que el Señor estaba dejando caer en los secos campos. Antes de finalizar el acto, Espinar quiso homenajear a Marisa Martín, por su ejemplo y lucha en este colectivo, quien emocionada y agradecida recordó a todos los usuarios a las familias que han ido pasando por allí. Cerró el acto un dueto de la EMMA (Escuela Municipal de Música de Antequera).
La adaptación del edificio de 4.000 metros cuadrados se ha realizado en 2.000, que ofrecen una salón de actos, diez salas y almacenes y baños para atender a las más de 150 personas que pueden pasar cada día por la sede de Proyecto Humano, de las que 50 están en terapia de recuperación.
