Estamos en junio y el índice de contagios está subiendo más que las temperaturas, pero no el de ingresos en el Hospital. ¿Cómo es posible?: “Lo que ha pasado es muy sencillo, gracias a la estrategia de vacunación que está siendo bastante ágil, hay un porcentaje de la población que está vacunada. Y esto está suponiendo que el perfil de pacientes positivos hayan cambiado. La edad media de los contagiados se sitúan entre los 20 años.
¿Qué pasa? Que este cambio se ha dado con un liberación de restricciones que todos estábamos soportando desde hace un par de meses y se ha combinado por un exceso de relajación en parte”, señala Félix Hurtado Melero, coordinador de la Unidad Funcional COVID-19 del Área Sanitaria de la Comarca de Antequera.
El grupo más débil es ahora el joven: “Cuando adquieren el Covid se enferman menos, es decir, presenta generalmente menos gravedad, aunque esto no significa que no se esté dando casos muy grabes en personas jóvenes. Pero estos grupos de jóvenes siguen poniendo de riego a grupos más vulnerables como pueden ser sus padres, que están ahora mismo en una franja en la que todavía no está vacunados o parcialmente vacunados”.
Sin estado de alarma, parece que se olvida que las mascarillas hay que seguir usándolas en todo momento, así como las distancias y el lavado de manos. “Hay que mantener la distancia de seguridad, el uso de mascarillas, y el lavado de manos. La vacuna no está demostrado que impida el contagio. Todos estamos aprendiendo, la comunidad científica están aprendiendo cómo se comporta el virus, y ahora como se comparta la vacuna. Evidentemente la vacuna está siendo un éxito. Pero de momento no está asegurado que si se está vacunado no se pueda transportar el virus aunque no se enferme. Además cuando hablamos de que las vacunas son muy efectivas, pero todo tratamiento y medicina tiene un porcentaje de fallo”.
Hablemos de efectividad de la vacuna: “Si una vacuna tiene una efectividad de un 90 por ciento, significa que una de cada diez personas vacunadas que pille el Covid van a enfermar”. Pero hay que vivir, hay que salir, hay que sentarse en una terraza. ¿Cómo se puede hacer y estar tranquilo que no puedas contagiar ni ser contagiado? ¿Cuándo te puedes quitar la mascarilla? ¿Cuánta distancia hay que dejar?: “Venimos ya de muchos meses de normas que nos pueden parecer arbitrarias, algunas veces podemos verle el sentido. Entonces estamos ya en una dinámica de cumplir la norma. Lo importante es que a mí no me puedan regañar, no me puedan multar, llamar la atención. Y podemos perder de vista lo verdaderamente importante que es tener sentido común. Por ejemplo; en una terraza, en nivel de alerta dos, pueden permanecer sentadas ocho personas en una mesa, manteniendo la distancia entre mesa y mesa de un metro y medio, y se cumple. Pero si esas ocho personas cogen dos coches y se quitan las mascarillas, se va a producir un contagio; pero podemos decir que se han cumplido con las normas a la hostelería”.
Exponga más datos de qué puede pasar en esas reuniones: “Por ejemplo; si estamos en la misma mesa, pero bebemos de un mismo vaso o compartimos un alimento o un cubierto, pues estamos faltando al sentido común, pero estamos cumpliendo con la normativa. Tenemos que interiorizar estas normas, no se trata de esquivar la ley, es ser consciente de que existe un virus que sigue entre nosotros. Cualquiera lo puede tener y contagiar a una persona vulnerable”.
Mucho se ataca a los jóvenes en esta época de finales de curso: “Hay que reflexionar mucho, ahora mismo un chico o una chica que se vaya a presentar a la Selectividad este año, le llamamos por teléfono para comunicarle que ha sido contacto estrecho de un positivo, ese chico o chica se pierde Selectividad. Pero así de duro. En fin, hay menos gente ingresada, pero en las UCI de todos los hospitales de Andalucía sigue habiendo contagiados. No se trata de burlar la normal, se trata de interiorizar que absolutamente necesario, porque si no vamos hacer daño a muchas personas”.
Fundamental llegar a la vacunación de los más jóvenes
Llevamos quince meses con medidas, a los jóvenes, le pueden quedar dos o tres mesas, para vacunarse, para poder tener esa protección para contagiarse menos o a infectar menos, y tener más tranquilidad. “Nosotros, los sanitarios, estamos deseosos de poder aplicar nuestros esfuerzos a otras cosas, que el tema del Covid se haya controlado, y nosotros pensamos que esto está cada vez más cerca. De hecho la intención de la Consejería de Salud es empezar a vacunar a pacientes de menos 39 años a partir de 7 de julio, desde los 39 hasta los 16. Estamos hablando de pocos meses, pero podemos complicarnos mucho la vida. Además cuando en una población sube los contagios a un cierto tipo de nivel, no hay más remedio que poner normas restrictivas y cerrarlo todo más. Y eso está encima de la mesa, es decir, si no conseguimos que este índice que está disparado no se ralentice podemos ver que nivel de alerta llegamos”.
Por tanto, los jóvenes, como cualquier persona puede salir, puede divertirse, pero que siga reduciendo el número de personas que vea y que sea en esa burbuja de familia, clases… porque cuando se rompe esa burbuja se producen los contagios. “Claro, o por ejemplo; lo que te decía del sentido común, “es que hemos estado al aire libre”. Ya, pero cuando nos hemos hecho una foto nos hemos quitado la mascarilla o nos hemos dado un abrazo. ¡Ahí es donde está el problema!”.
¿Y en actividades como una feria?: “Ha habido polémica con las atracciones de la feria, yo creo que ha habido un reglamento de cómo se ha podido poner en marcha esas atracciones. Y el problema no son las atracciones en sí, el problema es que tenemos que ser responsable. No podemos echarle la culpa a la autoridad competente”.
Todo lo que se ponga en funcionamiento en un espacio en público tiene un protocolo y el que lo organiza lo tiene que cumplir, pero luego la persona también tiene que poner de su parte: “¡Claro! Es decir, está todo perfectamente limitado y definido en unos términos muy claros. De hecho hay una página web de la Consejería que se llama mapacovid.es en el que se encuentra especificado cada municipio de Andalucía en qué estado se encuentra. Y cuáles son las restricciones en distintas áreas temáticas; por ejemplo; pub, hotelería, atracciones, piscina… El problema queda en la responsabilidad de cada persona de hacer o no cumplir esas normas”.
El que se ha vacunado con las dos dosis, y ha pasado un tiempo, ¿tiene que seguir cumpliendo con todas las medidas? “En absoluto. Estar vacunado te asegura tener una vacuna, y que en un importante número de los casos no se enferma o si se enferma con menos gravedad. Pero se puede dar casos en los que la vacuna falle, son casos raros y se estudian, pero puede ocurrir. No sabemos que esa persona vacunada pueda estar contagiando a otras personas que no lo estén. Entonces hay que mantener las mismas normas. Ya vendrán instrucciones al respecto cuando se estudie y se pueda permitir ese cambio”.
Ante el verano y las supuestas nuevas dosis
La previsión es que cuando llegue el principio de curso, los adolescentes puedan tener al menos una de las dosis. ¿Habrá que ponerse otra dosis a final de año?: “Eso lo va ha decir la comunidad científica. Me imagino que se empezarán hacer estudios serios para calcular el nivel de anticuerpos de las personas vacunadas. Para ver esa protección cuán efectiva es y cuánto dura. Y conforme se obtenga esos datos se van tomando decisiones. Los científicos son muy serios, hay mucha gente que va seguir trabajando en este asunto por mucho tiempo y simplemente tenemos que confiar en las instrucciones que nos den”.
Esa persona que tenía miedo y no se vacunó en su día por estar enfermo y no poder… ¿puede pedir vacunarse?: “Efectivamente. Supongamos que a una persona que le tocaba vacunarse hace dos meses, no se fiaba tenía miedo, y hay que respetarle. Si esa persona decide ahora vacunarse, no tiene que esperar la cola. Simplemente lo notifica a su centro de salud o llama a los teléfonos que diariamente lo publicamos, se le asigna una cita sin ningún problema”.
Habrá vacunas para todos: “Nosotros queremos vacunar a todos. Paciencia y tranquilidad, todo el mundo lo está haciendo bien. La gente está siendo comprensiva y muy amable. Nuestro profesionales están haciendo un gran esfuerzo”.
Cuando alguien sale positivo se busca las personas de contacto estrecho. ¿Nos recuerda lo que hay que hacer?: “ Lo normal es que llamemos a esa persona el mismo día o al día siguiente. Ahora que ha habido un repunte, en vez de tardar un día, tardamos dos. Cuando le hacemos a una persona una PCR y tenemos un resultado positivo, automáticamente se le comunica. Hay otras pruebas rápidas, los test de antígenos, que le podemos comunicar el resultado en ese mismo momento. A esa persona se le indica que se vaya a su casa y que sus contactos estrechos se aislen hasta que les llamemos. Y esa es la llamada que puede ser el mismo día o al día siguiente, dependiendo del grado de saturación. Y tanto a unas personas como a otras se le va a indicar los mismo: 10 días de aislamiento a contar desde el inicio de los síntomas, y si no hay, a partir de la realización de la prueba. Y hacia el final de esos diez días, nosotros le vamos a indicar una prueba PCR para descartar que se haya infectado. Y es la prueba que se hace entre los 6 o 7 días de aislamiento que es cuando tiene más rendimiento”.
El mensaje ha quedado bastante claro. En el aire está ese virus y hay que pararlo con una mascarilla bien puesta, podemos evitar el contagio para los mayores que no estén vacunados, o no sabemos cuánto durará el efecto de la vacuna en ellas. La ciencia lo está estudiando y supongo que para el próximo otoño e invierno se sabrá si hay que ponerse más vacuna.