Este lunes 31 de octubre se jubilaba Bartolomé Ruiz González, tras una vida como arqueólogo y diferentes cargos en la Junta de Andalucía, siendo director del conjunto arqueológico de los Dólmenes desde el año 2004, siendo la persona que supo aglutinar las decisiones de los diferentes organismos y científicos para conseguir que el Sitio de los Dólmenes fuera declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2016.
Bartolomé Ruiz González (Casabermeja, 1954) es un arqueólogo vinculado a la gestión cultural en Andalucía durante los últimos cincuenta años. Desde que visitó los Dólmenes como estudiante sintió una llamada que marcó su vida: Antequera y los Dólmenes.
Empezó como arqueólogo de la Diputación Provincial de Málaga entre 1979 y 1983, pasando a ser director general de la Junta de Andalucía entre 1983 y 1986. Acompañó en la célebre visita del entonces director general de la UNESCO M’Bow quien tras visitar Menga “nos animó a elaborar a presentar la candidatura” que se consiguió 30 años después.
Su labor en la Junta dejó en Antequera varias actuaciones como las intervenciones en la iglesia de Santo Domingo o las restauraciones de imágenes titulares de la Cofradía de Abajo.
Su arraigo en Antequera le llevó a la ciudad a encargarle el Pregón de la Real Feria de Agosto en 1993 y de la Semana Santa en 2008. Fue director de la Real Academia y nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad en 2014. “Siempre me he sentido antequerano, de las tierras de Antequera, a las que pertenece Casabermeja”.
Luego volvió a su puesto en Diputación hasta que regresó a Sevilla al frente del conjunto monumental de la Cartuja. Con el consejero de Cultura, José María Martín Delgado, fue viceconsejero entre 1994 y 1996.
En 2004 accedió al cargo de director del Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera, puesto que ocupó en su primera etapa hasta el 2010. Elaboró el I Plan Director, así como el proyecto de recuperación y revalorización. Eran tiempos en los que el museo y la candidatura a la UNESCO estaban en el aire.
Entre 2010 y 2012 fue secretario general de Políticas Culturales de la Consejería de Cultura, presidida por Paulino Plata. Y en 2012 regresa a los Dólmenes.“Me quedo con el reconocimiento de la ciudadanía, de los antequeranos y las antequeranas a los Dólmenes, a sus cuevas de Menga, Viera y El Romeral”, no expone en la entrevista que publicaremos en la próxima edición.
Como alma del conjunto, promovió por un lado conseguir que la UNESCO trazara el camino para ser Patrimonio Mundial, para lo que se cambiaron las líneas de trabajo hacia la búsqueda del valor universal excepcional.
Ahí aparece el trabajo de Michael Hoskin quien demostró que Menga se alinea a la Peña de los Enamorados y el Romeral al Torcal. Todo lo que pasó, es de sobra conocido y nos lo desgrana en la amplia entrevista que le realizamos tras su jubilación y que iremos publicando.
Patrimonio Mundial y jubilación
Reconoce que pidió ampliar sus años de trabajo tras los 65 años para conseguir la declaración de la UNESCO, pero sobre todo ver terminado el edificio del Museo. “Ahora sólo queda concluir la exposición permanente, que estoy seguro que en esta legislatura que acaba de comenzar, se conseguirá”.
Ahora empieza una nueva aventura “en la que dedicaré a temas de carácter personal y a desarrollar líneas de investigación sobre diferentes proyectos que he ido trabajando en el tiempo”.Antes de dejar su despacho, donó a la Consejería de Cultura su archivo, biblioteca de arqueología y patrimonio, además de una colección de grabados, cuadros y esculturas para que se incorporen al Museo de Sitio, como una escultura de Martínez Labrador. Su nombre queda alineado a la historia del Sitio.
