11 de septiembre de 2024. En el día del aniversario trágico de las Torres Gemelas, el Tribunal Supremo decidirá si Ángel, un niño de 4 años y medio que vive en Antequera, sigue con sus padres adoptivos o regresa con su madre biológica, de la que retiraron su custodia a los 20 días de nacer, según nos exponen los padres adoptivos que han emprendido una campaña de firmas. (Pinchar aquí).
Cuando ocurren estos casos graves, se busca una acogida de urgencia por una familia hasta que los padres biológicos recuperen su estabilidad o se decide una adopción, por el bien del menor. Esta segunda opción es la que se decidió a finales de 2021, entrando a formar parte de la familia de adopción en Antequera, formada por Censi y Candi.
Fue el inicio de una etapa tras 8 meses de incertidumbre. Empezó a crecer entre los Calatayud-Tortosa. Se integró con su hermano mayor, sus primos, tíos, abuelos, amigos, vecinos y los compañeros de colegio.
Dentro del trámite de adopción, faltaba el último paso y pese a que en las anteriores ocasiones, la madre biológica no había respondido, esta vez sí lo hizo. Se les planteaba una situación incrédula: en fase final de adopción y tras una plena integración del menor, ahora aparece la madre de la que le separaron a los 20 días.
Tras empezar el proceso judicial y contar con los respaldos de los servicios de adopción y tutela, un Juzgado de Almería, donde nació el pequeño, en segunda instancia, le dio la razón a la madre biológica, ante lo que sus padres adoptivos han recurrido al Tribunal Supremo porque piensan luchar e ir a donde haga falta por su hijo.
En septiembre, un juzgado decidirá si su futuro pasa por la madre de la que le separaron a los 20 días por su situación personal o si sigue creciendo con los padres que le acogieron y rehicieron su vida.
Mientras, los padres han empezado una campaña de apoyo y llaman a todas las puertas por el bien del que consideran su hijo, que desconoce esta situación y podría darse el caso, de seguir así el procedimiento, que de un día para otro, tenga que borrar sus recuerdos y volver a la incertidumbre de sus primeros 20 días.
La historia del niño de 4 años y medio que vio la luz en Antequera
Ángel tiene 4 años y medio y como niño, no recuerda los primeros meses de su vida. A los 20 días, se ordenó la separación de su madre por peligro en su integridad, por lo que se precisó de una acogida de urgencia.
Pasaron los meses y la madre biológica no había mostrado su rehabilitación ni respondería a los requerimientos de los servicios sociales, por lo que a los 8 meses del bebé, se decidió pasar de una acogida de urgencia a una adopción.
Ahí entraron en su vida Ascensión Tortosa Pérez y Cándido Calatayud Sánchez, Sensi y Candi, quienes hace 30 años se casaron y tuvieron un hijo, Cándido. No pudieron aumentar la familia y hace ocho años decidieron pedir la adopción de un niño.
Todos ellos trabajan en una empresa familiar autónoma y en plena pandemia, hace ya cerca de 4 años, les comunicaron la posibilidad de adoptar a un niño y sin pensárselo, accedieron. Tras varios controles y procesos, con 8 meses, Ángel entraba en sus vidas y en sus familias, su colegio y Antequera.
Ante la espera de a resolución judicial, piden «exigir evaluaciones psicológicas para menores antes de decisiones judiciales» porque consideran que además de los derechos y obligaciones de los niños, también se deben analizar la repercusión de niños como Ángel que tiene 4 años y medio y tiene ya su vida en Antequera y puede destrozarse si sigue adelante el proceso abierto.
Como padres «estamos experimentado el dolor y la injusticia de una decisión judicial sin consideración». Exponen que «nuestro hijo, al que acogimos, adoptamos, amamos y criamos, después de ocho años de esperar un trámite de adopción nacional, quieren sacarlo de su hogar, de su casa, al que llegó con nueve meses, y en el que lleva cerca de 4 años».
Es el «único hogar que ha conocido… en el que es tan feliz, amado, integrado en su cole, en su familia». Ahora, «sacarlo abruptamente para ser entregado a su madre biológica, de la que fue retirado con 20 días, de un ambiente de violencia y con la cual nunca más tuvo contacto».
Creen en la Justicia, pero no entienden la insensibilidad «al bienestar de nuestro niño, que permitieron que esta decisión se tomara sin ni siquiera enviar a un psicólogo infantil para evaluar el impacto en su vida». Consideran que se tiene que evaluar como está el crío y que es lo que más le puede convenir tras haber rehecho su vida.
La situación actual «desmorona el tejido emocional de los niños, al poner la biología por encima del bienestar psicológico y emocional».
Lamentan que «el egoísmo de los mayores por encima de la indefensión infantil» puede llevar a que un niño deje de crecer tras las adversidades tras su nacimiento. «Actualmente, no existen regulaciones que exijan una evaluación psicológica de los niños antes de que dichas decisiones judiciales drásticas se lleven a cabo».
Apuntan que «esta falta de alcance profesional en el proceso puede resultar en un daño psicológico irreparable para el niño». Así, se preguntan: «¿se imaginan tener que abandonar el que ha sido tu hogar desde temprana edad para irte a un lugar desconocido, con una persona desconocida?».
El niño no recuerda otro hogar que el de sus padres de adopción y se le plantea ahora una situación extraña y que le puede influir. «De pronto, tu madre, tu padre, hermano, tías, primos, primas y demás familia ¿desaparecen para siempre?».
Desde que nació hasta ahora, nunca había respondido la madre biológica a ningún requerimiento, primero en acogida y ahora en adopción. Así, Sensi y Candi piden «apoyen nuestra causa y ayuden a exigir cambios en las regulaciones judiciales para proteger a los niños en situaciones similares».
Todo «por la felicidad y la estabilidad de nuestros niños, por favor firma la petición». (Pinchar aquí). Para ello en este enlace se puede colaborar con esta iniciativa de ayuda a menores como su hijo.
