El Día de los Enamorados se celebra este martes 14 de febrero, y con él se recuerda a Tello y Tagzona, los Amantes de la Peña de los Enamorados de Antequera. El Sol de Antequera transmitirá en directo un programa el mismo martes día 14, de 19 a 20,15 horas, en «ATQ Habla 2.0».
Puedes participar en él acudiendo y declarando tu amor (llamar al 952 70 09 32 y pedir número para venir en directo), mandando un correo electrónico a redessociales@elsoldeantequera.com, o por medio de nuestras redes sociales. Una selección de las declaraciones de amor las difundiremos por las ondas, en nuestra edición digital y en la edición impresa del sábado 18 de febrero.
La magia de la historia de las ciudades se encuentra plasmada en las leyendas que se han ido contando de padres a hijos, de familias a amigos, de forma escrita y por tradición oral. Y Antequera no se queda atrás. Son cientos las que se conocen. Pero la que hoy destacamos es, evidentemente, la de los Enamorados de la Peña de los Enamorados.
Era Antequera límite fronterizo de la España cristiana con la musulmana en la Edad Media. Un joven cristiano, Tello, cae prisionero en una localidad próxima. La hija del mandatario moro de esa localidad, Tagzona, va por curiosidad a los calabozos en los que se encuentra con el apuesto guerrero. Ambos, de una sola mirada casi única, caen enamorados y deciden marcharse, ya que por aquellos siglos, no se les permitía contraer matrimonio a parejas de distintas creencias.
Aunque escapan de la cárcel, son descubiertos por los guardias que, con el padre de Tagzona al frente, salen a su captura. El desafío se va perdiendo, los moros se acercan. Llegan a un peñón en las cercanías de la ciudad de Antequera, decidiendo subir por él. Ya en todo lo alto, los arqueros del padre musulmán apuntan a los jóvenes. Ambos se miran, se cogen de la mano, y se colocan al filo de la cima. No tenían escapatoria: rendirse, ser capturados y separados. Pero no; Tello y Tagzona, unidos por sus manos, vuelven a mirarse fijamente y se despeñan, saltando al vacío. Prueba clara en la que se demuestra que el amor no tiene límites, ni los de las creencias ni las imposiciones familiares. Este romance les sonará porque en el fondo es similar al Romeo y Julieta de William Shakespeare, pero de mucho antes, ya que el descubridor Cristóbal Colón, en su diario de a bordo en su viaje a América, cita que encontró un peñón «similar al de los Enamorados de Antequera». Juan Guerrero Fernández es uno de los artistas que ha inmortalizado el momento de la leyenda.
Esta leyenda permanece viva con el paso de los siglos, y somos nosotros, los enamorados, los que tenemos que perdurarla. No hace falta ser 14 de Febrero para declarar nuestro amor, porque tiene que ser para siempre. Pero no viene mal reavivarlo un día al año.
Además de poder dedicar unas palabras a su amor por nuestros medios, también puede sorprenderle con una comida romántica en nuestros restaurantes y bares, o un buen regalo, en los comercios de Antequera, pudiendo consultarlos en nuestra guía comercial.
Ya sabe, una vez al año, no hace daño declarar nuestro amor, aunque no vendría mal hacerlo frecuentemente.