Los números y estadísticas que nos está dejando el coronavirus tienen detrás historias de familias con nombre y apellidos que lo han sufrido, lo padecerán y podrán caer en él. Es un virus que está llamado a pasar por la mayoría de familias, con más o menos síntomas, pero que deja los interrogantes de saber sus consecuencias al ser nuevo. El Hospital Comarcal de Antequera ha sido noticia esta semana por un paciente, el médico Óscar Edgardo Ávalos Rivas, quien ha estado 62 días muy grave en la UCI y el lunes pasó a planta, donde seguirá su cura y complicada recuperación, ya con dos negativos del COVID-19 y pudiendo recibir la visita de su esposa, agradecida y esperanzada de tenerlo pronto en casa.
La vida es como el día, tiene historias de sol y de luna, de alegrías y de penas, como las que están sucendiéndose por el coronavirus. El lunes, tras 62 días muy grave en la UCI, pasaba a planta el médico de 43 años, Óscar Ávalos, convaleciente de la fuerte lucha y pendiente de su evolución. Entrevistamos a su mujer, Carolina, quien comparte cómo cambió de tener a su segunda hija a ver cómo ingresaban a su marido en la UCI.
Ambos son del Salvador. “Nos conocimos por una prima mía en la iglesia, somos cristianos evangélicos. Empezamos como amigos y nos enamoramos”. Se trasladaron a España “porque mi esposo terminó en 2007 el residentado, que es como el MIR (Médico Interno Residente) aquí, y por la situación económica buscaba trabajo. Tiene un hermano, también médico, a quien le dijeron que se podía estudiar desde el Salvador y examinarse en Madrid”.
En el 2011 “mi esposo logró su puntuación y se especializó como médico de familia. Yo estaba terminando abogada en El Salvador. En el 2012 me vine a España”. Empezaron buscando trabajo, consiguiendo plazas en Úbeda, Málaga, Torrevieja y “le salió un contrato fijo en la zona de Antequera, y nos venimos aquí en enero de 2019. Él trabaja entre las consultas de Sierra de Yeguas y Campillos. Aquí hay mucha vida, fue la mejor decisión, se vive muy bien y participamos en el Centro Cristiano de Antequera”.
De tener una hija a padecer el COVID-19
El 15 de enero de 2020 tuvieron la segunda bendición de su matrimonio, una preciosa hija. Su madre vino a ayudarla de cara al parto y los primeros días. “Yo estaba muy bien; y el 21 de febrero dejamos a mi madre en Madrid, donde apenas estuvimos dos horas en el aeropuerto, y no sabemos si pudo contagiarse allí o no. Fue ir y volver. Él, ya tomaba precauciones desde diciembre porque sabía lo de China”.
De repente, de la alegría del nacimiento de su hija, el padre y el hijo empezaron a tener fiebre. “Empezó con síntomas el 6 de marzo, junto a mi niño, con fiebre alta. Pasaron todo el fin de semana mal y el lunes 9 se fue a Urgencias, mi cuñado le llamó y le dijo que él se encontraba mal, creía tenía bronquitis y le pidió que le pinchara, pero no pudo ir porque estaba en el médico. Le dijeron tenía un estado febril y que se fuera para casa. Él creía que era una escarlatina porque le salió un sarpullido por el cuerpo. Lo del coronavirus no se nos pasaba por la cabeza. Pero de la madrugada del martes al miércoles, fue al Hospital de nuevo y quedó ingresado en planta y en la madrugada del 12 al 13, bajó para la UCI y hasta ahora… 62 días allí”.
¿Cómo se enteró que padecía el virus?: “Cuando le hicieron la prueba PCR fue positivo, me llamaron y me dijeron que no saliera porque había estado con él”. ¿Cómo reaccionó ante la situación inesperada?: “Yo no entendía lo que nos estaba pasando: mi hija con mes y quince días y mi marido en la UCI con coronavirus. Nuestra vida cambió. Él iba a reincorporarse el día 10, pero enfermó. Lo he tenido que enfrentar sola: el mundo se me caía…”.
Suponemos que pendiente del teléfono. “Desde el día que entró a la UCI, todos los días me han llamado para decirme cómo estaba. Yo esperaba la llamada de madrugada y cuando amanecía, daba gracias a Dios porque no me habían llamado para decirme la mala noticia. Yo me agarré a Dios, no perdí mi fe, fue mi consuelo. Yo le pedía que le diera otra oportunidad a mi marido. Él es un buen padre, un gran profesional… no es porque sea mi marido, pero que otro hombre como él, no voy a encontrar. Yo me preguntaba ¿qué les iba a decir a mis hijos si pasaba lo peor?”.
¿Cómo reaccionaron los niños? “El mayor, que tiene mucho apego con su padre, ha madurado mucho, ha sido un gran apoyo. Ha estado dos meses sin querer jugar ni ver dibujitos, sabía que su padre estaba mal. Me ha pillado sola, mi cuñado con el coronavirus también en Alhaurín de la Torre. Mis amigos me traían la comida y los libros del niño me los dejaban en la puerta. Mis vecinos se han portado estupendamente”.
Las malas noticias del coronavirus
Decidió no buscar información porque se venía más abajo todavía. “Para mí era muy doloroso ver las muertes y saber que el pobre guardia civil, que estaría en la UCI con mi marido, no lo pudo superar. Aunque no veía las noticias, escuchaba los homenajes del Cuartel y me ponía en el lugar de su mujer. Hubo momentos en los que me vine abajo y me preparaba para lo peor”.
Dentro de los 62 días, hubo un momento muy crítico. “Cuando pasé la cuarentena, a las tres semanas, recayó y estuvo en las últimas. Agradezco al personal de la UCI, que día a día, me daban esperanzas y ánimos, diciéndome que había que agarrarse hasta el último segundo. Para una persona que no sabe qué va a pasar con su familiar, contar con un personal tan humano como el que tiene la UCI en Antequera, es vital”.
Días en los que se vino abajo: “Me dijeron que estaba muy grave. ¡Me volvía loca! Unos amigos nos dieron su apoyo por mis niños, porque necesitaban relacionarse. Yo le pedía al Señor que me escuchara, que sentía que me iba a morir. Me quedé sin lágrimas. Un día después, me llamó el doctor y me comunicó que empezó a mejorar. Fue sobre el 20 de abril; y el 24 ya estaba de nuevo despierto, ya que estuvo sedado en la UCI. Me dijeron que ya había dado dos negativos de PCR”.
El paso a planta fue este lunes 11, “día desde el que puedo estar en planta con él, donde está no es la cuarta, que es la del COVID-19, lo que demuestra su superación”. ¿Qué es lo primero que pudo hablar con él tras dos meses?: “Estaba mareado y con mucho vómito. Cuando pude hablar con él lo primero que me dijo fue: ‘¡Ustedes han sido mi motor para luchar por vivir!’ y no pudimos seguir hablando… la emoción nos invadía una y otra vez. Ten en cuenta que le cuesta mucho volver a hablar y recuperarse de los 62 días graves en la UCI. Con las miradas y las manos nos estamos comunicando…”.
¿Qué siente a pesar de quedarle muchos días de recuperación?: “Para mí, mi marido ha vuelto a nacer y yo soy otra persona. El Señor me ha sacado de esta crisis. Tras verlo, le di un gran abrazo a mis hijos”.
¿Qué le dice a la población en general?: “Que se cuiden, que esto es muy peligroso, que no es un gripe, que no hay que tener patologías previas ni edad, ¡miren a mi marido! Se lleva por delante a cualquiera de repente”. ¿Y a las administraciones?: “Que sean cautos, que piensen que no somos números, que somos personas. Que no escondan la realidad, que tenemos derecho a saber que existe este virus letal, pero que también den esperanza y piensen en los que están mal. ¡Y que se le dé toda la protección al personal sanitario, que lo necesitan!”.
¿Y a quienes han perdido un ser querido?: “Que lo siento tanto… que hubiera deseado que pudieran seguir adelante. Esta enfermedad está destrozando familias, se lleva a muchas personas por delante y no es justo. Les envío a todos mucho ánimo”.
¿Qué le diría al personal sanitario que ha cuidado de su marido?: “Como creyente, que ellos han sido instrumento de Dios; y como profesionales, que se han dejado la piel por él y por todas las personas que lo necesitan. Jamás podremos agradecerles lo que han hecho por mi marido, por mi familia. ¡Han luchado junto con él!”.
Mientras haya esperanza… “Que a pesar de que se puede llegar a la muerte, siempre hay un rayo de luz, hay que buscar lo positivo y la esperanza. Siempre sale el sol, como usted dice… Muchas veces nos sentimos solos, pero no es así. Para mí, mi marido ha tenido a Dios y al personal sanitario”.
Nos deja sin palabras por compartir estos 62 días de lucha en la UCI. Ahora le toca superar la estancia en planta con el objetivo de volver a casa. Siempre, el Amor, la Fe y la Esperanza, tres valores que combaten cualquier adversidad, como la de Carolina. Ojalá pronto podamos compartir un nuevo reportaje de ambos, ejemplo de esperanza ante esta pandemia.
Información básica para el coronavirus
·Teléfonos exclusivos para el Covid-19 “coronavirus: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
· No usar el 061 ni el 112: Las autoridades piden que no se llame a esos números porque colapsan las centralitas e impiden la atención de otros casos en los que hay una urgencia vital. Los números a los que hay que llamar para consultar dudas y hacer preguntas sobre el coronavirus son el 900 400 061 y el 955 54 50 60 (Salud Responde).
· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).