Representantes sindicales de Comisiones Obreras y UGT, simpatizantes y miembros locales de Izquierda Unida se concentraban al filo de la medianoche en la plaza de Castilla, punto de encuentro en el que se comenzaba oficialmente la huelga general en Antequera. A partir de las doce de la noche comenzaban los primeros síntomas de la huelga, en forma de gasolineras cerradas y establecimientos hosteleros que cerraban algo antes de lo habitual.
Efectivos de la Policía Nacional hicieron acto de presencia en la plaza de Castilla para invitar a la normalidad en el desarrollo de la huelga y en las acciones que los piquetes informativos durante la madrugada, previstas sobre todo en la zona del Polígono Industrial. A partir de las 1, los coches comenzaron a desplazarse por el centro de la ciudad para llegar más tarde el Polígono, con el objetivo de visitar varias empresas y centros logísticos para informar a sus trabajadores.
El responsable comarcal de Comisiones Obreras, Francisco González, fue el encargado de instruir a los allí presentes recordando el objetivo de la huelga: «Somos gente de paz, lo único que queremos es que la reforma laboral no se lleve acabo, evitando también que se produzcan hechos como el aumento de la edad jubilación. El Gobierno va a tomar nota porque los gobiernos democráticos tienen en cuenta al pueblo si la respuesta de este tipo de huelgas es masiva». En cuanto a las primeras estimaciones de participación en la huelga, González diferenciaba la comarca de lo que es la ciudad en sí: «En la comarca podemos decir que el 80 por ciento de los pueblos van a participar en la huelga, y de ellos el 90 por ciento van a ir al paro. El caso de Antequera es más complejo por el número de empresas que hay, aunque creemos que va a haber un paro muy importante superior al 60 por ciento y seguramente lo comprobaremos a partir de las 8 de la mañana».
En declaraciones exclusivas a nuestro medio, González mandaba un mensaje a los trabajadores antequeranos: «Un trabajador puede perder si va a la huelga 50 o 60 euros de media, pero lo que está claro es que con la nueva reforma laboral se va a generar mucha precariedad laboral. Ese dinero que hoy se puede perder puede contribuir a que aumente la estabilidad laboral».
