El palio y manto de la Virgen de La Soledad de Antequera fueron el túnel del tiempo a la entonces Virgen de los Desamparados de la Cofradía de la Humildad de Antequera, como se veneraba y denominaba hasta principios del siglo XX. La hoy Virgen de Mena de Málaga, se adquirió tras la Guerra Civil al perderse casi todo el patrimonio cofrade en la capital.
El alcalde de Antequera, Manuel Barón, dio el «arriba» y las primeras campanadas a la Virgen de Mena: «Congregantes, hombres de trono, sobre el hombro, la Señora; el trono, antequerano».
En el cortejo, el guión de la Cofradía antequerana, con su hermano mayor Luis Moreno al frente, así como el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Antequera, Francisco Ruiz.
Malagueños y cofrades de todas partes (entre ellos muchos de Antequera), presenciaron el paso histórico de un trono y Virgen de Antequera, que contó con la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad en lo que fue un traslado que revivió cómo tuvieron que ser las procesiones de la imagen que realizara Antonio del Castillo.