La iglesia de San Francisco de Antequera acogió en la tarde-noche del sábado 3 de marzo el Pregón y Presentación del Cartel del Lunes Santo de 2012, a cargo de nuestro Jefe de Redacción, el cofrade Antonio José Guerrero Clavijo, sin lugar a duda uno de los mejores conocedores locales del tema. Los Estudiantes preparan su camino hacia la Semana Santa, con este acto que unifica Pregón y Cartel, en el que José María Alarcón dió el relevo de Pregonero a Antonio José Guerrero.
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Video de parte del Pregón del Lunes Santo de 2012 a cargo de Antonio José Guerrero Clavijo
El Pregón del Lunes Santo de 2012 fue una combinación de historia, leyenda, imágenes, luces, emoción, sonido y sentimiento cofrade de nuestro Jefe de Redacción Antonio José Guerrero Clavijo, en la noche del sábado 3 de marzo en la iglesia de San Francisco.
Un templo lleno respondió a la convocatoria de la Cofradía de Los Estudiantes. La imagen de la Virgen de la Vera Cruz, vestida de negro, presidía su camarín, y las del Nazareno de la Sangre y del Cristo Verde habían sido colocadas a un lado del presbiterio, y al otro una gran pantalla.
El directivo Francisco González Carbonero condujo el acto, dando la bienvenida y cediendo la palabra a José María Alarcón Sánchez, pregonero del año pasado. Esbozó su texto en una amalgama de adjetivos y descripciones del trabajo profesional del pregonero de este año, mediante recursos alusivos al periodismo.
Tras dar las gracias, se apagaron las luces del templo, y se fueron encendiendo focos mientras se iban mencionando las imágenes titulares. Guerrero Clavijo desarrolló su pregón en dos partes. La primera, un recorrido histórico a través de las tres imágenes. Se basó en la recreación de las Escrituras de San Zoilo y San Francisco, por las que argumentó la Pasión y Muerte del Nazareno de Antequera, primero de la Sangre al subir al Cerro de la Cruz. Utilizó una procesión de acólitos y flagelantes, así como las palabras de María del Carmen Villalón.
La pasión del Nazareno fue vista por su Madre, la Vera Cruz, contando con la colaboración de la voz y versos de Manuel Jesús Barón Ríos y la sentida saeta de Javier Subires. Y el Señor muere y se convierte en Cristo Verde, mencionando a Juan Manuel Moreno García y pidiendo a Ángel Guerrero Fernández que describiera lo que Jerónimo Quijano imaginaría, al tallar la imagen.
Las palabras se complementaron con 257 fotografías y tras el recorrido histórico, apuntó que las escrituras se perdieron hasta que en 1960 comenzaron las de la Cofradía de Los Estudiantes.
La segunda parte del Pregón recorrió la importancia de las cofradías, la cantera cofrade por medio de los tronos chicos (interpretando Rafael Bracho y cornetas y tambores de los Amigos de la Música de Antequera que sorprendieron por su marcha cofrade flamenca) y las familias.
Terminó pidiendo a los cofrades que tuvieran en cuenta el origen fundacional de las hermandades, que se basaban en la asistencia a los necesitados, la limosna y la devoción.
Su intervención la realizó colocándose tres bandas: una carmesí por su devoción a Santa Eufemia y al Nazareno; la segunda, blanca, por la defensa y reivindicación de la vida; y una tercera, verde, por la Cofradía de Los Estudiantes.
Todo ello, combinado a la perfección por el sonido y música de Cambayá, con temas de órgano y “Concha”.
En el acto, se descubrió el Cartel, basado en una fotografía de la joven Cristina González Carbonero, que recoge el trono del Cristo Verde con el contraluz del atardecer antequerano. Fue descubierto por el hermano mayor Francisco González Rodríguez y por el alcalde Manuel Jesús Barón Ríos.
Prosiguió por un recorrido del Lunes Santo en Antequera, desde las visitas matutinas, la misa de mediodía, los preparativos, la Armadilla y la procesión (con la intervención de los hermanos mayores de trono) con la importancia de tener una estación de penitencia como la que se tuvo desde el año pasado al rezar ante el Santísimo en San Sebastián.
Y cuando todo parecía terminar, sorprendió implorando a los cofrades que no se queden en las procesiones y que busquen la Resurrección, descubriéndose una imagen del Resucitado, tapada hasta ese momento.
Fue muy aplaudido, pidiendo que los colaboradores salieran al presbiterio. En resumen, un pregón diferente, con una puesta en escena colosal, la participación de pregoneros, cantantes, artistas, el juego de luces y sonido y un mensaje cristiano de evitar el conformismo. El pregonero pidió a los cofrades que no se quedaran en el arte, y que fomentaran la formación, celebración y caridad.
Como culmen, hubo una cena en el Lydia Plaza frente a la iglesia franciscana.