Solemne y acogedor Triduo de la Cofradía de la Soledad el celebrado entre el miércoles 26 y el viernes 28 de marzo en la monumental iglesia del Carmen.
La Virgen de la Soledad presidía el Altar Mayor, anunciando la Muerte de su Hijo, acompañada en su duelo por San Juan y María Magdalena, imágenes del retablo de su capilla.
A sus pies, el Cristo yacente, estrenando la decoración de la urna realizada por la empresa Jaspe, a base de marmoleados y dorado.
Era un calvario que presagia lo que ocurrirá el Viernes Santo. Una cofradía, presidida por José Cantos, que mantiene un gran nivel en los altares, adaptándose al inconfundible y único retablo.
En cuanto a las misas, el miércoles estuvo presidida por el párroco Serafín Corral, el jueves por el carmelita Antonio Jiménez. Y cerró el viernes el vicario antequerano Juan Manuel Ortiz Palomo.