El sábado 10 de septiembre comenzó con una misa estacional presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá Ibáñez, en la que se conmemoraba religiosamente el centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Remedios.
Tuvo lugar a las 10 de la mañana en el exterior de San Sebastián, con la imagen patronal presidiendo ya el altar extraordinario para la Magna de la tarde-noche. Musicalmente intervino el grupo Euterpe, dirigido por Salvador Vázquez. Entre las trescientas personas presentes, el alcalde de la ciudad, Manuel Barón, la viceconsejera de la Junta de Andalucía, Ana Corredera y la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Trinidad Calvo.
La zona peatonal de la Plaza de San Sebastián entre la fuente y la fachada de la iglesia acogió a las 10 de la mañana la misa estacional conmemorativa por el Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Remedios, que ya estaba en la parte superior del altar extraordinario.
Presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá Ibáñez y concelebrada por varios sacerdotes. Al esclavo mayor de los Remedios, Justo Muñoz Blázquez, le acompañaron la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Trinidad Calvo, así como hermanos mayores de las cofradías de Gloria y Pasión.
En la homilía, el Obispo destacó que “vuestros antepasados quisieron mostrarle su amor y su devoción filial con el gesto de la Coronación de su imagen. Hoy nosotros queremos expresarle nuestro amor recordando aquella gesta y comprometiéndonos a vivir con mayor profundidad la devoción a Nuestra Señora de los Remedios Coronada”.
Destacó que “la Coronación canónica de la Virgen de Los Remedios de Antequera fue la primera de una advocación de la Virgen en la provincia de Málaga y una de las primeras de Andalucía, constituyendo un hito clave en la historia de la devoción mariana a la Virgen de Los Remedios”.Para terminar, la Esclavitud por medio de Rosario Sánchez García invitó a dar dos agradecimientos tanto al obispo de Málaga como al arcipreste, entregados por el actual esclavo mayor y el anterior, Juan Manuel Díaz.Con la bendición final del Obispo, pidió “que el recuerdo y la celebración de la Coronación de su imagen grabe en nuestra memoria y en nuestro corazón una huella imborrable”.
