A las 8 de la mañana se abrireron las puertas en La Trinidad de Antequera y no se cerrarán hasta la noche, después de ser visitado el Señor del Rescate por cientos de antequeranos que le veneran como cada primer viernes de marzo.
No se podrá besar sus pies, como pasa desde la pandemia, pero sí se podrá rezar ante Él, contemplar su rostro, darle gracias y depositar las tres monedas que marca la costumbre.
Por la tarde, se podrá donar sangre y médula en las inmediaciones, en una de las iniciativas más humanitarias que nuestras cofradías realizan en los últimos años. Los devotos salen al Rescate de quienes necesitan sangre.
Tras el Quinario, se ha trasladado la imagen del Moreno de la Cruz Blanca a los pies del presbiterio, para que los devotos puedan verle lo más cerca posible. Se mantienen ante sus doseles, la Virgen y el Señor d la Piedad.
Tras un 2020 de incertidumbre y un 2021 de esperanza, llega un 2022 cargado de fe a la espera que en el 2023 se pueda de nuevo besar sus pies, marcados por generaciones de devotos que acuden a Él.