La pandemia no ha podido con la Semana Santa en sí, la de los cultos en los templos, con el Triduo Pascual como centro de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo; aunque se han limitado los aforos, en la gran mayoría se han llenado y extremando las medidas de seguridad.
A los anuncios oficiales de los horarios se han ido modificando al tener en las 23 horas en toque de queda, por lo que la primera Vigilia Pascual ha sido en la iglesia mayor y colegial de San Sebastián (que en unos minutos estará disponible en diferido en nuestro canal de Youtube) a las 19 horas.
A las 19,30 horas comenzó en El Salvador y San Miguel. A las 20 horas en la Encarnación, La Victoria, Las Descalzas, Belén y La Trinidad. Y la última a las 20,30 horas en Capuchinos.
Volviendo a la de San Sebastián, ha destacado que presida el Altar Mayor junto al tabernáculo, la imagen del Resucitado que se venera en la iglesia conventual de La Victoria, la que se procesiona actualmente y la que se utilizó desde 1943 con la fundación de la Agrupación de Cofradías, que realizaba su misa en San Sebastián desde donde partía y regresaba la procesión, cuirosamente en la carreta antigua del Corpus Christi.
https://www.youtube.com/watch?v=nAgk5VXiDog
El significado de la Vigilia Pascual
En nuestro libro de Semana Santa, el carmelita Antonio Jiménez destaca: «Esta es la noche la Luz, en la que los símbolos de la celebración nos hablan de muchas paradojas (oscuridad, luz; sequedad, agua; pecado, limpieza) el evangelio, como conclusión de toda una historia de salvación que recordamos en lectura tras lectura, nos lanza en el mensaje del ángel una simple frase que nos hace sentir la plena alegría de lo que hoy vivimos: Jesús, el que ha muerto, ya no está aquí. ¡Ha resucitado! Durante toda la Pascua que ahora inauguramos no celebramos otra cosa que el triunfo de la vida sobre la muerte.
¿Buscáis a Jesús, el crucificado? Sí, le buscamos. ¡Pues ha resucitado! No busquéis entre los muertos a quien vive para siempre… La Resurrección es una llamada a no quedarnos parados ante la muerte, es una invitación a que podemos descubrir a ese Jesús que vive y nos anima a mantenernos firmes; a darnos cuenta de que nuestro esfuerzo llegará a dar fruto, y eso lo notamos cuando vemos a gente que todavía es capaz de hacer cosas por los demás, gente que es desprendida, que ayuda sin pedir nada a cambio, que da sin esperar recibir, gente que valora a las personas por encima de las cosas, que les importa más dar que tener y todo eso gracias a que Él sigue con nosotros, nos alienta y nos anima. ¡No está aquí ha resucitado! ¡Aleluya!
De poco serviría la gozosa contemplación de la resurrección de Jesús, si nosotros, no renovásemos nuestra vida. Ahora conocemos el amor que Dios nos tiene; sabemos ya para qué nos regaló la vida y cuál es nuestra misión en el mundo. En esta noche santa renovamos con gozo nuestro bautismo, que fue el momento inicial de nuestro vida cristiana. Lo que hicieron nuestros padres con nosotros, en esta noche santa, lo repetimos nosotros profesando nuestra fe.
Esta noche, también es el momento de mirarnos a nosotros mismos y ser capaces de ver por el suelo nuestras vendas y nuestros sudarios; restos que indican lo que aún nos tenía atados a la muerte: nuestros viejos hábitos, nuestras malas actitudes, nuestros tremendos egoísmos e incredulidades… es el momento de dejar atrás esas ataduras y de salir fuera de nuestro sepulcro y vivir resucitados, como hombres nuevos, capaces de andar por la vida de otra manera, cargados de fe, llenos de esperanza, libres de pecado y que vayamos anunciando a todos que Dios nos ama e invitando a los demás a participar de esta resurrección.
Que la Pascua de Resurrección nos ayude con la fuerza necesaria para seguir pidiendo los unos por los otros, nos acerque más los unos a los otros, derribando muros y fronteras que nos dividen y que hacen que no seamos hermanos. Con la alegría de la resurrección por bandera nos disponemos a cambiar aquello de nuestra vida que es necesario cambiar. ¡Feliz Pascua de Resurrección para todos!».
https://www.youtube.com/watch?v=18ggSwO7njY
Horarios de visitas a los templos-sedes de las cofradías
· Cofradía de la Pollinica-Iglesia de San Agustín: Domingo de Ramos de 11 a 20,30 horas. De Lunes Santo a Sábado Santo: De 11 a 14 y de 16,30 a 20 horas. Domingo de Resurrección: de 11 a 14 horas.
· Cofradía de los Estudiantes-Iglesia de San Francisco: Lunes Santo: de 9,30 a 15 horas y de 17 a 22 horas. Domingo de Ramos, Martes y Miércoles Santo y Sábado Santo: De 11 a 14 horas y de 18 a 20 horas. Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección: de 11 a 14 horas.
· Cofradía del Rescate-Iglesia de la Trinidad: Martes Santo abierto todo el día. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección; de 11 a 14 y de 17 a 19.
· Cofradía del Mayor Dolor- Iglesia de San Sebastián: Miércoles Santo abierto todo el día. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección: De 08,30 a 13 horas y de 18 a 20 horas.
· Cofradía del Consuelo-Iglesia de San Pedro. Jueves Santo: Todo el día. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección: de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas.
· Cofradía de Servitas-Iglesia de Belén: De Domingo de Ramos a Viernes Santo: de 6 a 19 horas.
· Cofradía de «Abajo»-Iglesia de Santo Domingo: Viernes Santo y Sábado Santo: de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Domingo de Resurrección: De 11 a 14 horas.
· Cofradía de «Arriba»- Iglesia de Santa María de Jesús: De Viernes de Dolores a Domingo de Resurrección: De 10 a 14 y de 16 a 20 horas.
· Cofradía de la Soledad-Iglesia del Carmen: Viernes Santo de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas. De Domingo de Ramos a Jueves Santo: de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas. Sábado Santo: De 11 a 14 horas.
· Agrupación de Cofradías-Iglesia de San Sebastián: De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección de 8,30 a 13 y de 18 a 20 horas.