La Cofradía del Rosario empezó la festividad de su advocación mariana el lunes 7 de octubre en la Capilla de Madre Carmen, donde rezaron ante la Beata y pidieron su intersección. De allí partieron rezando el Rosario hasta llegar a Santo Domingo donde con una misa se cerraron los cultos de este 2024.
A las 18,30 horas estaban llamados en La Victoria, donde directivos trasladaron su guión y estandarte para rezar ante los restos de la religiosa antequerana. La franciscana Teresa Rodríguez guió la oración a la Beata, rezando las intenciones del Tiempo Jubilar. Para terminar, en la puerta de la capilla, el hermano mayor Enrique Cruces ofreció a besar la Reliquia que poseen de la antequerana en proceso de canonización.
Desde el Patio de los Naranjos partió el cortejo formado por el estandarte, el guión, la Reliquia y los devotos rezando el Rosario bajo guía de Gerardo García Sobrino. Acompañó el coro de la Casa Madre de las franciscanas. Se dirigieron hasta Santo Domingo pasando por Carrera de Madre Carmen, Descalzas, Barbacanas, Nájera, Viento y Santo Domingo donde se terminó el triduo a las 20 horas.
El vicario episcopal y Rector del Seminario de Málaga, el antequerano Juan Manuel Ortiz Palomo, presidió la Eucaristía, en la que se entregaron varias insignias con una “R” a personas y colectivos que se involucran con la cofradía en los últimos tiempos. Se bendijo un manto realizado por doña Carmela Torres, fallecida recientemente y muy vinculada al Rosario que ha formado parte del aumento de su cuerpo procesional.
