La procesión de la Virgen del Rosario se ha desarrollado en la mañana del domingo 5 de octubre con 30 grados, un calor intenso, un cuerpo procesional muy joven, la plata del templete reluciendo y un ordenado y ágil cortejo que alza a los de Santo Domingo como una procesión de Gloria que implica a las calles de su recorrido en Antequera.
Primero, inicio del triduo con misa a las 10 de la mañana para salir en procesión a las 11,30 horas. El lunes y martes, los cultos comenzarán a las 19,30 horas con exposición del Santísimo, rezo del santo rosario y Eucaristía a las 20 horas. El último día es la festividad de la Virgen.
José Blas Herrero Mayor emocionó a sus hermanacos, al pedirles que estuvieran atentos al «arriba» que lo dio su nieto. Fomentando el sentimiento cofrade desde pequeños. El templete fue meciendo al son de la música con el esfuerzo de sus hermanacos. Y la banda que es extensión del manto. Estrenó las nuevas piezas de plata de la peana, realizadas por el orfebre José Cantos.
El cortejo lo abría una cruz parroquial con dos ciriales, portados por tres acólitos con dalmática. Seguía un acertado grupo de jóvenes con tambores, marcando el paso de los dos faroles del Rosario de la Virgen. Entre medias, el estandarte de los patronos y el guión presidencial, con el alcalde Manuel Barón, los guiones del Rosario y de La Paz y el hermano mayor Enrique Cruces, al que le acompañaban representantes de cofradías de Gloria y Pasión. Por cierto, que se estrenaba el escudo de la cofradía en el guión.
Luego los dos faroles, el primero con los padres muy atentos para ayudar a los niños a llevarlo en su caminar. Y el segundo, estrenando la restauración realizada por Chapitel que le ha recuperado su esplendor. Grupo de acólitos de monaguillo, y los que portaban faroles y cruz. Y el magnífico templete de plata de la Virgen, tras la que iban devotos y la Unión Hispalense de Sevilla marcando el paso con sus marchas.
El recorrido comenzó desde la Plazuela de Santo Domingo, subiendo por Viento, entrando por Pasillas, y con una concurrida Peñuelas. Bajó por Carreteros, con petaladas y mucho público en las Cuatro Esquinas. Una procesión que realza el paso por Comedias, que podría ser paso de otras hermandades: el misterio de las calles estrechas.
Llegada a Cantareros, Madre de Dios, subida por Lucena con un sol de Domingo de Resurrección, Infante don Fernando, encuentro en San Agustín, y llegada a San Sebastián donde aguardaba la comunidad parroquial de San Sebastián con su párroco al frente.
Y subida ligera por Cuesta de la Paz y llegada a Santo Domingo. Y ya saben: la Banda de Música Unión Hispalense de Sevilla que se coloca ante el altar mayor, doble vuelta del templete en el interior, el rayo de sol que entra por la colorida vidriera y terminaba la procesión, siendo uno de los momentos únicos de esta procesión con «La Madrugá». En apenas 3 horas, supieron darle un buen ritmo, lo que agradece el cuerpo procesional y las aceras.