Ya está todo listo para que el Señor de Antequera, deje su templo durante 5 horas, para bendecir las calles de su ciudad este sábado 20 de mayo que lo venera como Patrón.
Antes, a las 13 horas, el párroco de San Juan y San Miguel, padre Tomás Pérez Juncosa, presidirá la misa de peregrinos, dedicada a todos los antequeranos que emigraron y regresan a acompañar a su Señor cada año, contando con el coro D’Arte.
Luego, ya por la tarde, a las 19 horas, se abrirán las puertas de San Juan para que su barrio salude y se despida de Él por unas horas, comenzando subiendo la Calle Niña de Antequera, donde se da cita la profusión de devotos, con el sol esperado de la tarde, para bendecir en su “ecuador” al Hospital, en la vista desde el mirador a la Peña de los Enamorados.
Entrará en el Barrio del Carmen y bajará hasta las Descalzas, llegando a la Casa de los Cañas en calle Calzada, donde se encenderán las velas de los candelabros, precisamente este año han sido restaurado y plateados por los talleres lucentinos de Gradit.
Seguirán por calles Cantareros, Infante don Fernando, con paradas en los Remedios, San Agustín, San Sebastián, Santo Domingo y Jesús, tras subir lentamente las cuestas de las “vegas” cofrades.
Tras encontrarse el Hijo con su Madre, de nuevo regreso a su barrio, con una complicada bajada por Cuesta Real, siendo recibido de nuevo por bengalas al llegar al pórtico de entrada.
Fin de la segunda novena
El Párroco presidió la Eucaristía final de las novenas este jueves 18, dedicada por el Ayuntamiento de la Ciudad. Antes, el sábado 13, el padre Juan Manuel Ortiz Palomo presidió la misa de la Agrupación de Cofradías, seguida el domingo 14 por la Peña Taurina los Cabales con misa concelebrada de nuevo por Ortiz Palomo y José Luis Pastor.
Turno el lunes 15 para Unicaja con misa oficiada por el capuchino Alfonso Ramírez. La Sanidad el martes 16 con misa celebrada por el capuchino hermano Raúl. Y el miércoles, la Familia, contando con el Párroco, los padres salesianos y el carmelita Luna.
Unas novenas en las que este año han destacado “la variedad de colores del Altar, intentando que sea un homenaje a los devotos que las llevan de diferente tipo y variedad de color”, destaca el mayordomo Gabriel Robledo López.
En lo que es la procesión en sí: “Tenemos la novedad de los candelabros, que han sido restaurados en los talleres Gradit, de Lucena, afianzando su estructura y dándoles un nuevo plateado”. También suman un nuevo incensario.
Un año-puente: “En 2018 tenemos el 350 aniversario de la primera procesión y novena que nos consta por escrito en la que se le sumó el nombre de las Aguas al Cristo de la Salud”. Se esperan organizar exposiciones y conferencias. Pero antes, la procesión de este sábado.
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