Tiene 78 años y su vida, 50 de ellos, lleva dedicada por y para su Virgen de la Vera Cruz, la Madre de los Estudiantes. Este Lunes Santo celebraba sus Bodas de Oro en el cometido de ser puente de devoción entre la Virgen, sus devotos y la Cofradía. La agrupación cofrade que preside Juan Manuel Vegas Sancho quería celebrarlo en un día especial y centrado sólo en ella, en Isabel Ríos Clavijo, Isa Ríos como se la conoce popular y cariñosamente.
Así este sábado 4 de junio, en el fin de semana de Pentecostés, se le nombró Camarera Honoraria y se le concedió el broche con el escudo de la Vera Cruz, así como el
alfiler con la insignia de la Cofradía y el escudo de oro de la misma.
A las 13 horas comenzó la Eucaristía de acción de gracias por sus 50 años en la iglesia de San Francisco. Pero antes, la Cofradía había montado un altar especial como homenaje a Isa. Quiso fusionar la recreación del adorno floral de sus primeros años con la imagen en su conjunto de la Virgen que llegó a su culmen con Pepe Romero, el recordado y querido vestidor de la imagen mariana.
Así, Paco Pérez y Nati Romero quisieron decorar el Altar con claveles rosas con pillanovios blancos que fueron los que se utilizaban en 1972, con el detalle de dos ánforas que pertenecen a la Pollinica, que se trasladaban desde San Agustín a San Francisco para el Lunes Santo.
Luego se quiso preparar a la Virgen como Pepe Romero consiguió tras incorporarle el palio y los primeros bordados en saya y manto. Así se dispuso bajo su camarín, con un dosel con sus bambalinas y la saya roja y manto de salida, luciendo la cruz pectoral bordada en oro sobre terciopelo burdeos que regaló la camarera.
Fue una sorpresa, quedaron antes su nueva camarera María Victoria Ortiz, junto a Francisco José Gutiérrez, Javi Casero, Carmen Ruiz y Juan Antonio Castilla para preparar el altar de los 50 años de Isa. Y llegó el día, el sábado 4 y los amigos y cofrades que iban llegando al templo. Y lo hizo ella, la fiel camarera y al entrar, lo hizo como cada día, se paró y vio a su Virgen de una manera especial y tímidamente se fue aproximando, emocionada por el gesto de montar esa forma en la que seguro ella la tiene en su corazón.
La Eucaristía
A las 13 horas comenzaba la misa, presidida por el párroco de Santiago y San Pedro, Francisco de Paula Baquero. En la homilía, relacionó a Santa Teresa de Jesús con su amor a la Virgen con Isa y el suyo a la Madre de los Estudiantes. Una persona al servicio de la Iglesia y a los pies de la Virgen, fraguando esa devoción que suma con miles de flores puestas a sus pies desde 1972. Todo con la presencia también del estandarte bordado y pintado por Romero.
Al término de la misma, la propia camarera dio las gracias a todos los presentes, recordó a los que ya no están y agradeció a la Virgen su fuerza y ánimo para estar allí a su servicio.
Para terminar, tomó la palabra el actual hermano mayor de la Cofradía, Juan Manuel Vegas Sancho, quien hizo público el nombramiento de Isa como camarera de honor de la Virgen de la Vera Cruz. Y tuvo el acertado gesto de llamar a todos los hermanos mayores presentes de la Cofradía para que entre todos le obsequiaran el título porque no se trataba de un reconocimiento de 2022, sino de los 50 años de ella en la Cofradía.
Así, subieron al presbiterio Ángel Pedro Guerrero Clavijo, Francisco José Gutiérrez Fernández, Manuel Jesús Barón Ríos, Juan Antonio Castilla Luque, Juan Manuel Ruiz Cobos, Francisco González Rodríguez y Ramón Gómez León, que unidos a Vegas Sancho le entregaron el nombramiento en un pergamino enmarcado, realizado por el joven artista cofrade Javier Casero. Además, le entregaron el primer broche con el escudo de la Vera Cruz.
Felicitaciones y fotografías con la protagonista, antes de trasladarse al Hotel-Restaurante Lozano donde se le ofreció un almuerzo de hermandad. Al término de la convivencia, el hermano mayor de la Cofradía, Juan Manuel Vegas Sancho, le entregó además un alfiler con la insignia de la cofradía y el escudo enmarcado. Por su parte, las camareras, le entregaron un broche alusivo a los 50 años, formado por un ramo con diez flores cada una y el lugar para al menos diez más. Y los cofrades de Almogía le obsequiaron con un rosario verde.
La camarera agradece todos los gestos recibidos en este homenaje. Nos decía tras ese gran día: “Ha sido un día lleno de emociones para recordar siempre”. Ejemplo de cristiana y cofrade.