La Cofradía de la Soledad vive unos buenos años, donde ha recuperado su identidad propia (cierra el Viernes Santo, con las luces apagadas y ha conseguido un cortejo procesional que conecta con las aceras). Entrevistamos esta semana a su hermano mayor, José Manuel Cantos Ruiz.
Ante ello nos dice: “Efectivamente, eso viene siendo lo habitual no solamente en esta legislatura conmigo como hermano mayor, también anteriormente. La intención nuestra es cerrar el Viernes Santo, hacerlo a una hora, obviamente que sea prudente para todos, para llegar al Carmen de regreso a una hora razonable. Porque el objetivo de la Soledad no es apagarle las luces a nadie, ni es el que nadie acelere su cortejo procesional. Pero sí es cierto que reclamamos, pues como siempre, la parte que le corresponde a cada cofradía”.
Llovió, pero quedó un vía crucis para el recuerdo en el interior de la iglesia. “Mientras, en El Carmen se estaba rezando, que era lo que había que hacer, en un ambiente absolutamente increíble. Y para sorpresa de la cofradía, siempre lo recuerdo, que una fotografía precisamente de El Sol de Antequera, en la que se podía ver en la puerta del Carmen era una carpa improvisada de paraguas de gente que no cabía en el interior del templo”.
En unos días el Triduo, ¿alguna novedad? “En la cofradía hay un equipo de albacería magnífico, muy bien capitaneado por su mayordomo, y siempre intentamos ofrecer la mejor imagen porque es que en el marco en el que celebramos nuestro culto, que es el retablo del Carmen, no encaja otra cosa que no esté perfectamente cuidada. En este año hay una novedad, que es una de las inversiones que hemos hecho: la ornamentación de la urna donde se expone el Señor para los cultos. Se ha ornamentado por parte de la empresa Jaspe”.
El museo del siglo XIX como salía la cofradía
En estos últimos años, se insiste en lo que la cofradía aporta al estilo antequerano original. ¿Alguna novedad en su cortejo? “Yo siempre digo que en las cofradías que que tenemos un estilo tan particular como el caso de los Dolores o la Soledad también, en este caso es el no tocar nada precisamente. Y eso es lo que yo le aconsejo además a las generaciones venideras: que lo que se toque sea con mucha pulcritud para no modificar nada. Es cierto que se pueden hacer mejoras, sí, pero nosotros, por ejemplo, este año se está intentando adaptar el alzamantos para darle una caída aún más decimonónica, si cabe, del manto de la Virgen de la Soledad”.
Hay cofradías que, en los últimos años, reducen el número de penitentes, pero vemos en la vuestra que no es el caso, que se aumentan y van bien conjuntados. Incluso sabemos que hay hasta sacerdotes de penitentes que van anónimamente. Por cierto, ¿qué tal con el nuevo? “Yo creo, además lo digo abiertamente, que es una bendición para Antequera. Don Serafín es un párroco excepcional como lo fue el anterior”.
Este año no le voy a preguntar por cambio de recorrido, intentar modificar el recorrido oficial por Madre Carmen. Entendemos que cuando llegue la esperada canonización, las cofradías deberán de repensarlo. Lo que sí sabemos es que este año llevarán una reliquia de Madre Carmen. “Llevarla la vamos a llevar, entre otras cosas, porque cuando la cofradía decide solicitarle a la franciscanas la reliquia porque estamos convencidos que la Reliquia de Madre Carmen irá en el mejor lugar que es con la Virgen. Era mi propósito, y así lo solicité como hermano mayor, que siempre estuviera con Ella”.
Este año tocan elecciones, tiene la posibilidad de presentarse. Ya nos dijo que no optará, ¿sigue con la misma postura? “Tengo la posibilidad de presentarme, pero voy a decir lo mismo que he dicho durante todo el mandato. Yo dije que me parecía que lo lógico era estar cuatro años y darle un nuevo aire a la cofradía. No es que esté criticando que los mandatos de ocho años no sean adecuados. Pero en mi caso mi proyecto era continuista de los hermanos mayores anteriores, creo que he aportado lo que en mi caso podía hacer”.
¿Con qué se queda de este mandato, aunque le quede este último Viernes Santo? “Me quedo con muchas cosas buenas. Yo lo que quería hacer lo he hecho, que era servir a la cofradía cuando la cofradía me lo pidió y lo necesitó. Han sido cuatro años de proyectos patrimoniales, de asuntos internos y, sobre todo, el querer y apoyar a la Junta de Gobierno. Que la gente pues crezca en la Soledad, que era la idea”.
¿Cómo lleva el proyecto de cruz diseñada por Ángel Sarmiento? “En pleno proceso de talla en los Talleres Ibáñez de Sevilla. Probablemente, si Dios quiere, para el año que viene, estará terminada de tallar y posteriormente, pues la Junta que entre, la terminará”.
¿Y ahora qué? “Seguir sirviendo a la Soledad donde corresponda. A lo mejor de hermanaco o donde el nuevo hermano mayor o la nueva hermana mayor, me pidan. Estaré donde me necesite la cofradía”. Y con el sueño “que Antequera siga siendo tan auténtica como es, que es lo que realmente deseamos”.
