La Cofradía de “Arriba” celebró la festividad de la Virgen del Socorro en Antequera con una oración, salve, misa y besamanos, desde la noche del 14 hasta la del 15 de agosto.
La Virgen lucía saya y manto blanco con la corona de Seco Velasco, en el presbiterio, bajo su camarín. El primero de los actos tuvo lugar a las 12 de la noche del martes 14 al miércoles 15, con la oración y salve.
Eugenia Acedo presentó a José Manuel Cantos, autor de la oración a la Virgen del Portichuelo. Comenzó dedicándole su intervención a su abuelo Manolo “el del Museo”, quien le mostró la devoción a la Socorrilla, así como la ilusión de portar un año “la campana grande”, que pudo llevar un Viernes Santo. Luego apuntó su vocación platera gracias a su padre.
Recorrió las formas de devoción a la Virgen, desde el hermanaco que va bajo sus andas como las personas que acuden a ella a pedirles socorro. Y terminó dándole gracias por poder ser, en breve, padre de una hija, que será “la niña de mis ojos”.
Terminó con una oración a propósito de las peticiones a la Socorrilla, concluyendo con el Ave María. Contó con la intervención musical de la joven violinista Paloma Espinosa Marín.
A su término, intervino el capellán, padre Tomás Pérez Juncosa, quien rezó la Salve.
Ya el miércoles 15, visitas a la Virgen en su templo, con Eucaristía a las 20,30 horas en la iglesia de Santa María de Jesús, a cuyo término se procedió al eterno besamanos a la imagen mariana, la que más devoción tiene en la ciudad, como muestran las visitas diarias y los devotos que la alumbran y visitan en su día.
Más información, edición impresa sábado 18 de agosto de El Sol de Antequera