El cabildo de los Dolores respalda el inicio de un proyecto que puede crear época: un palio para el Señor Caído, obra de José de Mora, que forma parte de la procesión de los Servitas del Jueves Santo de Antequera y de la puesta de largo de un cortejo que es un museo en la calle.
Hasta ahora, las advocaciones marianas centraban el palio en nuestras procesiones y el Señor de la Salud y de las Aguas en los Cristos. Hasta que en 1989 el Nazareno de la Sangre irrumpió como un referente entre los Nazarenos en Andalucía y bajo palio.
Se tenían los palios del Nazareno, aunque la Virgen de la Vera Cruz fue quien utilizó el de color púrpura del Nazareno que volverá a llevar este próximo Lunes Santo tras su restauración. Había fotografías del que llevó el Nazareno de «Arriba» y grabados del del Dulce Nombre de «Abajo», pero ninguno más que se tenga constancia documental con palio.
Tras la apuesta de los Estudiantes, los de la Paz encargaron a Javier Sánchez de los Reyes en 2015 el proyecto de nuevo trono para el Dulce Nombre, con la sorpresa de tener la posibilidad de recuperar el palio en su procesión. De momento se ha estrenado la canastilla y los faroles, quedando la culminación de la base para poder seguir con el sueño que tienen a medio plazo de meterse en el palio.
Y de pronto, sale a la luz el proyecto de los Servitas, donde tras años dándole vueltas y encargando proyectos a diferentes artistas y expertos, han apostado por el artista local Ángel Sarmiento Burgos, quien ofrece un proyecto con un palio de cajón, inspirado en los grabados antiguos.
En él, encaja al Señor de José de Mora (1624-1724) sobre la peana barroca de camarín de Fray Manuel de la Cruz, realizada sobre 1720, que la propia imagen tiene en la iglesia conventual de las clarisas de Belén, y que ha sido procesionada puntualmente como en el 2010, incluso utilizada por el Señor del Mayor Dolor en sus primeras salidas, como la de 1953.
Es una de las dos peanas relacionadas con esta imagen, otra formó parte de un trono que realizó Miguel Rodríguez Guerrero, de estilo rococó al estilo de la urna del Santo Entierro de la Cofradía de la Soledad. Este trono no quedó nada de él y pudo venderse o desaparecer.
La imagen va dentro de un palio estrecho y esbelto, según el propio artista Ángel Sarmiento, buscando que vaya en la línea de lo que es la cofradía en la calle con el palio referente de la Virgen de los Dolores. En los bordados del palio, se percibe cierta influencia de los de Antonia Palomo.
Luego, Sarmiento recrea una gran canastilla con ángeles pasionales en las esquinas, con varales en las esquinas que empezó a colocarlos la Virgen de la Paz antes de 1880 y luego siguió el Señor de la Salud y de las Aguas con su palio neogótico de finales del XIX.
Un conjunto que tiene un estilo neobarroco inspirado en la Semana Santa de Antequera del siglo XIX, como nos apunta el historiador del Arte Jesús Romero.
El Señor Caído, también conocido como del Consuelo, fue realizado por José de Mora (1624-1724) a cuya imagen, Andrés de Carvajal (1709-1779), talló el cuerpo, aunque siempre se presenta con túnica.
Procesiona actualmente en un trono con canastilla de 1956, tallada por los artesanos de la tierra Pedraza, González y Pérez Espada, de cuyas herramientas surgió este trono, así como el antiguo del Rescate.
Una alta canastilla eleva un monte donde se representa una de las caídas del Señor en su pasión. Un trono que fue dorado inicialmente por Antonio Checa en 1981 y luego restaurado por Francisco González para estrenar en 1994, tras el daño sufrido por la lluvia en una procesión previa.
El nuevo proyecto de Ángel Sarmiento «es un sueño de los cofrades para dotarle de un nuevo trono, tras años intentándolo y hemos conseguido que se apruebe esta increíble propuesta de un gran artista como es Ángel», destaca la hermana mayor Almudena Caballero.
Sarmiento será el encargado de dirigir este proyecto que como mínimo se puede alargar de 10 a 15 años. En la actualidad, son varias las cofradías que están renovando o realizando nuevos conjuntos al que se sumaría éste.
Según la hermana mayor, la idea es poder ir procesionándolo paulatinamente, por lo que para el 2024 o como muy tarde para el 2025, ya podría empezar a salir a la calle y poder año tras año ver su desarrollo.
El anuncio y difusión del proyecto ha sido muy compartido y valorado por el mundo cofrade. Será un proyecto que se basa cien por cien en el llamado estilo antequerano.
Sarmiento tiene la ocasión de poder marcar su nombre y su estilo en la Semana Santa del siglo XXI, inspirándose en lo que ha hecho tan destacadas a las cofradías y su forma de procesionar como se pudo ver recientemente en la Magna. Es la esencia del estilo antequerano. Un proyecto de hoy con inspiración en la evolución de los siglos pasados.