La Hermandad de Santa Eufemia abrió sus cultos con el Triduo del viernes 10 al domingo 12, así como la oración en la víspera de su festividad a las 23,30 horas del miércoles 15 de septiembre en su templo.
Para los cultos, el Relicario se colocó sobre un pedestal de Artekira y en el frontal de la mesa de altar se dispuso una tabla pintada al óleo de Jesús Romero, alusivo a la Patrona, la Ciudad y la iglesia de las Mínimas.
Los dos primeros días la misa fue a las 20,30 horas. El viernes presidió el arcipreste Antonio Fernández, quien profundizó en la importancia de mostrar el cariño a la Santa y pidió a los cofrades que pusieran a sus hijos nombres de las advocaciones que veneran.
El segundo día, se encargó el párroco Francisco de Paula Baquero, quien apuntó en el sacrificio en martirio de la Santa por su amor y fe a Dios. El tercer día la misa fue a las 11,30 horas, donde el carmelita Antonio Jiménez pidió a la Santa que siga protegiendo a la ciudad. Al término de la misa, el artista de Archidona Blas, presentó un exvoto dedicado por los devotos Eufemia y Fernando de Antequera.
Sentida oración de María José Ruiz Roldán
A las 23,30 horas de la noche del miércoles 15 de septiembre, se abrieron las puertas del templo conventual donde se procedió a la oración en su víspera. El hermano mayor Antonio Guerrero evocó la noche de las candelas que por segundo año no se pudo celebrar, exponiendo que sí se está haciendo en el Cielo, donde a Pepe Romero, se le sumó ese mismo día Carmen Acedo.
Dio la palabra a María José Ruiz Roldán. A la secretaria de la Hermandad la presentó como una mujer comprometida en su Fe, con unos valores muy arraigados en su familia, devota de la Santa y cristiana practicante que celebra la Eucaristía cada domingo en el mismo templo.
Turno para María José quien sorprendió por su forma de rezarle. De fondo, notas musicales del pianista Juan Prieto Gallego, y de guión su devoción a la Santa. “Con el corazón abierto y la mente llena de recuerdos me pongo ante ti Santa Eufemia para decirte lo que hoy siento”.
Describió lo que es vivir un año junto a Ella, con las gratas noticias de los niños que nacen, del trabajo en Hermandad y de las ganas que tienen los hermanacos de volver a procesionar su imagen. “Si tus cofrades cerramos los ojos, nos imaginamos la imagen más bella; Tú, en tu trono, la ciudad iluminada por la luz de las candelas y todos los que con devoción te miramos, admirando tu belleza única en cada esquina, en cada plaza, en cada hermoso rincón de esta hermosa ciudad que Tú bendices al pasar”.
Junto a vivencias personales y citas históricas, terminó exaltando: “Ella protege a los niños que cada año se acercan a pedir su protección a la princesa más bella. Ella protege a los padres que con cariño se acercan llevando a los más pequeños hasta su altar, ¡qué imagen más tierna! Ella protege a los abuelos que con devoción se acercan y le piden con cariño por toda su familia entera.
Ella nos protege a todos y es de belleza sin igual. Princesa de la Palma de Plata, cuídanos desde tu altar. Santa Eufemia de mi vida, no nos dejes de mirar”. Fue muy aplaudida.