La pandemia obligó a la Cofradía del Cristo de la Misericordia y la Virgen del Consuelo a reducir los cultos previstos por la festividad de su imagen crística, por lo que tras la misa dominical a las 12 en San Pedro, se le dedicó una oración en su capilla.
Se decidió aplazar para el próximo año la oración del hermanaco y devoto Pedro Ruiz, así como se optó en no trasladar al Cristo de la Misericordia a un altar extraordinario.Por tanto, tras la misa de 12 presidida por el párroco Francisco de Paula Baquero, se organizó un cortejo con el guión y ciriales hasta la Capilla de Ánimas, donde a los pies del Señor, se realizó una oración colectiva mientras que se encendieron unas velas en la mesa de altar de la capilla crística.