El hermanaco de la Virgen de la Vera Cruz, el doctor Pablo de Rojas Román, supo fusionar lo vivido en este terrible año de la pandemia, compartiendo cómo fue el Lunes Santo de 2020, la batalla diaria en los centros sanitarios, las pérdidas personales en las familias (con dedicatoria a sus hermanos Amparo y Josele) y la gloria esperada a volver a procesionar por las calles de Antequera.
Así lo expuso este lunes 1 de marzo cuando a las 12,30 horas del mediodía se presentó en la iglesia de San Francisco, el Cartel del Lunes Santo de 2021, obra de Jesús Romero que sigue la cartelística más actual dentro del mundo cofrade de la Semana Santa de Sevilla.
Sobre fondo neutro de color ocre amarillo claro, destaca la figura de medio cuerpo y tamaño natural de la Virgen de la Vera Cruz. La representación de la imagen está resuelta con un dibujo ajustado y una pincelada muy suelta, en la que las partes fundamentales adquieren mayor definición y realismo. Se representa vestida con un rostrillo de tela blanca, similar al empleado por el imaginero granadino José de Mora en algunas de sus dolorosas. La ráfaga de plata dorada que posa sobre la cabeza de la imagen es la misma que el autor del cartel diseñó hace algunos años para el ajuar de la dolorosa del Lunes Santo.
El sentimiento de un médico y un cofrade
El acto fue dirigido por el directivo José Pedro Alarcón, quien tras dar la bienvenida a los presentes (entre ellos el arcipreste Antonio Fernández, el alcalde Manuel Barón, la presidenta de la Agrupación Trinidad Calvo y el hermano mayor de la Cofradía, Ramón Gómez) cedió la palabra al anterior presentador, José Manuel Cantos Ruiz, quien dio el relevo en el atril.
Pablo comenzó con el Lunes Santo del pasado año: “Dicen que en el 2020 no hubo Lunes Santo…. 6,30 de la mañana. El despertador retumba con su amargo ruido ajeno a todo lo que acontece a su alrededor, tras un café, cargo las mascarillas confeccionadas por las monjas de las Descalzas, con trozos de material hospitalario y unas costuras nos ayudan, nos protegen; recogida rápida de EPIS en el convento de Belén, Sor Jacinta y sus hermanas nos han preparado una nueva remesa de trajes de combate, artesanales y de plástico, pero que suplen perfectamente la falta de medios a la que nos enfrentamos, están hechos por manos benditas y nos protegen del mortífero enemigo”.
Así quiso compartir cómo fue el Lunes Santo del confinamiento. Ese año le tocó luchar en la UCI contra el virus, poniendo el nombre de Julio a un joven enfermo que se enfrenta a la batalla, compartiendo cómo eran esos días duros entre paciente y sanitarios. Mientras lo medica, comparte con él lo que “la Vera Cruz, más bella que nunca, en un trono verde y oro cruza la calle de los Duranes, mecida con mimo y delicadeza por sus niños estudiantes, en una consonancia magistral y bajo los acordes de Rocío”.
Día duro y en su regreso a casa, se refugia en las palabras de Santa Teresa: “La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta”. Fueron sus palabras emotivas tras las que saludó a los presentes y aludió “la frase de Louis Pasteur que me recuerda constantemente Antonio Alcaide: “Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia te devuelve a Él”.
Una presentación dedicada a sus hermanos Amparo y Josele: “Me vais a permitir una dedicatoria, como no podía ser de otra manera, se lo dedico a dos piezas perdidas de mi puzle, a ese par de almas gemelas que el destino cruelmente nos ha arrebatado, a esas dos personas tan importantes en mi vida y que hoy deberían de habernos acompañado”.
Tuvo alusiones a su familia, su pasión por ser de ‘Abajo’, palabras del Papa Francisco, del poeta Muñoz Rojas, y de cómo su padre siendo alcalde y el autor del Cartel teniente de alcalde, comenzaron a restaurar el templo estudiantil.
Momento en el que pidió a sus sobrinos Fernando y Fede, hijos de sus dos hermanos, para que lo descubrieran, ante la ovación del público, las palabras que evocó Manuel Barón para describir a la Virgen y terminó describiendo la pintura: “Nos muestra la belleza de la imagen, Jesús, capta a la perfección con pinceladas sueltas y transparentes”.
Pablo dio una lección de mezclar la realidad de la pandemia en todo este año vivido. Fue muy aplaudido y recibió un detalle de la Cofradía.