La oración a la Virgen de los Remedios en el inicio de su festividad en Antequera, recayó este año en Joaquín Pareja-Obregón, artista de la música, descendiente de los reconquistadores, que ofreció un cántico basado en el verso, la rima y la exaltación a la Patrona Mariana.
Bajo el templete procesional, lista para su salida a las calles, la Madre presidía el Altar Mayor, pero a sus pies en vez de en el camarín. Flanqueada por el Pendón de la Ciudad, el de la Esclavitud y una bandera de España. A las 12, repique de campanas y el arcipreste Antonio Fernández que reza litúrgicamente ante el inicio del día 8.
Tras las lecturas bíblicas, Joaquín Pareja-Obregón sube al atril y durante 14 minutos concentra una oración marcada por el rimar de los versos, la exaltación hacia la Virgen, el homenaje a tantos apellidos que veneran a la Patrona desde su mayor antepasado, Gonzalo de Chacón. Floreció un barroco sevillano y rociero en sus palabras que se fusionaron a los pies de la Virgen.
Empezó con nostalgia: “Hoy vuelvo a ti, Señora, como tantas veces te he rezado, sólo que en esta ocasión te hablo más cerca, como si fuera una charla más íntima. De tú a tú. Permíteme que comience diciéndote:
¡Dios te salve Remedios, de Antequera patrona. Dios te salve Remedios, aquí tus hijos te imploramos y rogamos que no nos olvides. Permíteme Señora como te decía, hablarte de cerca y decirte que eres: Remedios de mis males, Remedios de mis consuelos, Remedio de mis Remedios, de mis dudas”.
Aludió a su llegada a Antequera cuando “Fray Martín de las Cruces te trajo y de las manos de mi antepasado Gonzalo de Chacón te presentó al pueblo, y Antequera te recibió con los brazos y el corazón llenos de júbilo para ser su patrona. Entre querubines y ángeles del cielo te presentaste”.
“Antequera se viste de flores, en la vega una rosa cayó, de la vega del cielo eterno, para ser el remedio de amor. Y bajaste con los querubines, entre rayos de luna y sol, para ser patrona de Antequera y remedio de mi corazón.
Eres madre, Señora del cielo, Antequera se postra a tus pies, eres alma, mi luz, mi lucero, la que guía mi senda del bien. Y bajaste con los ángeles y querubines, entre rayos de luna y sol, para ser patrona de Antequera y remedio de mi corazón”.
Luego recorrió los barrios de la ciudad, enumerando palacios, calles o advocaciones que se tienen entre sus templos y conventos. “Reina de la vega, de Santa María, de la Peña, del Tajo, de los Enamorados, de las Pedrizas. Bendita seas, Reina de la Camorra… Del chorro, del Torcal, de la Verónica, de Escalonia. Bendita seas, Reina de Colchado, del Río de la Villa, de los Maestrantes, de los Académicos. Alcaldesa perpetúa, Bendita seas”.
Se refirió a ser alcaldesa perpetua. “Alcaldesa mía, a ti te estoy llamando, que con tu bastón de mando, te imploro, que con tu sabiduría, ilumines como antequerano el camino”.
Llegó a la parte final, enumerando apellidos de familias que han profesado su veneración a la Virgen: “Así te rezan los Moreno de Villena”, los Chacón, los Rojas, Fernández de Roda, Nietos del Río, Gálvez, Narváez, Sartorius, Manrique, Aguayo y González de Aguilar…”.
Y “que entre oración y oración los Blázquez te canta con devoción. Que se escuchen en Antequera, que resuenen mil canciones. Que se canten mil sonetos dedicados para ti. Cuando mañana salgas de tu templo, caerán mil colores entre pétalos y flores. Y entre vivas y oraciones dedicamos esta ovación”.
Y terminó con: “Dios te salve Remedios, Dios te salve María, Dios te salve Madre mía. Bendito sea tu corazón que con esta oración te canta Joaquín Pareja-Obregón”.
Terminó mirando a la Virgen con los brazos abiertos y alzados, levantando una gran ovación de los presentes, entre ellos el alcalde Manuel Barón, a quien pidió junto al arcipreste Antonio Fernández y el esclavo mayor Justo Muñoz, que firmaran la copia de la oración que entregaba a la Esclavitud.
Se le entregó un pergamino, cerrando el acto el Arcipreste quien felicitó a la ciudad por el día de su patrona, así como pidió que se le acompañara en la misa y la procesión. El conjunto coral Euterpe terminó el acto con el canto de la Salve desde el coro alto del templo patronal.
Este 2023 pasará a los recuerdos como la noche en la que el arte con sabor a esos apellidos como Pareja-Obregón, hicieron el camino rociero cantando con sabor sevillano a la Virgen.