Más de quinientos cofrades se han dato cita este sábado 16 de noviembre en Antequera con motivo del XXXV Encuentro de Hermandades de la Misericordia, en el que la Cofradía del Consuelo es anfitriona.
Solemne acogida en la iglesia de San Pedro que lucía como una catedral, presidiendo el Cristo de la Misericordia en su trono procesional bajo el baldaquino. Se tuvieron que sumar sillas para dar cabida a los cofrades que se trasladaron a la ciudad.
Desde las 8 de la mañana, río de personas por las calles y hoteles rumbo a la iglesia parroquial. Allí, acogida y desayuno en el patio parroquial. Pasadas las 10 horas, misa presidida por el delegado de Cofradías de la Diócesis, Salvador Guerrero, participando la Coral Ciudad de Antequera que le dio empaque musical a la Eucaristía.
Presidieron los tenientes de alcalde Ana Cebrián y Elena Melero, junto con la presidenta de la Agrupación, Trinidad Calvo, que acompañaban al hermano mayor Juan Jesús González. Entre los presentes, cofradías de Alcalá del Valle, Arahal, Arjona, Baeza, Berja, Campillos, Córdoba, El Carpio, Fuente de Piedra, Fuente Obejuna, Herrera, Hinojosa del Duque, Huércal Overa, Jódar, Cabezas de San Juan, Málaga, Montilla, Montoro, Osuna, Pedro Abad, Roquetas, Rute, San Fernando, Sevilla, Trebejuna, Valdepeñas y Villamantilla.
La homilía la pronunció el párroco Francisco Aurioles, quien profundizó en la Misericordia de Dios, algo que tendría que ser parte vital diaria en nuestras vidas. Aludió a los obispos de Málaga San Manuel González y Beato Marcelo Spínola, quienes tuvieron a la Misericordia presente en el Hijo de la Virgen, clavado en el árbol de la cruz, Jesucristo. También tuvo mención a la iglesia de San Pedro en la Tierra del Infante.
Al finalizar la Eucaristía, hubo palabras de agradecimiento de la teniente de alcalde Ana Cebrián, de la presidenta de la Agrupación Trinidad Calvo y del hermano mayor de la cofradía anfitriona, Juan Jesús González, quienes dieron la bienvenida a todos los presentes y aventuraron una grata estancia en la ciudad a la que esperan que vuelvan con más frecuencia.
Fue una misa litúrgicamente tenida en cuenta en todo detalle con procesión inicial, altar extraordinario, concelebrada y en la que hasta se realizaron unos copones alusivos al encuentro. Se tuvieron hasta tres procesiones: la inicial con el cortejo clerical, la que se formó en el momento de la consagración y al terminar la misa al contemplar de cerca la imagen del Señor.
Seguidamente se recorrieron las iglesias de los Remedios, San Agustín, San Sebastián y Santo Domingo, así como se visitó el Museo de la Ciudad.
Se terminó con un almuerzo en el Hotel Lozano para terminar la jornada con entrega de recuerdos y elección de la próxima sede del encuentro.