Justo a las 19,46 horas, con el rostro pálido de los presentes, la devoción se hizo presente, como cada año, sin que nada ni nadie lo impidiese. Porque, querido lector, la fe mueve montañas hoy y desde 1410. La
se colocó ante el altar mayor, mientras los hermanacos “arrimaron hombro”. Ahí comenzó todo.
Primero, con “Lágrimas de San Pedro”, seguido por “In Memoriam”, “Presentado a Sevilla” y “El Legado de Nuestra Fe”. Antes de finalizar, interpretaron las marchas “Al Cristo de los Estudiantes” y “Sueños de Luna Gitana”, mientras el trono de la Patrona Ganadora se movía poco a poco, mecida tras mecida, bendiciendo a cada persona, cada rincón de ese convento que un día estuvo ocupado por las Monjas Mínimas.
Para acabar, precisamente con el trono mirando hacia esa reja desde donde siguen naciendo miradas devotas, se quedó el trono, mientras sonó el Himno Nacional de España. El templo estuvo abierto hasta pasadas las 21,30 horas, donde decenas de personas quisieron llegar para rezar ante la imagen de la Patrona, Virgen y Mártir que sigue siéndolo, desde hace 609 años.
Este año, Santa Eufemia ha estrenado el dorado de la peana, a cargo del artista local Miguel Ángel Bueno Valenzuela. Igualmente, el trono ha contado con 175 Rosas variedad Freedom y 100 Gloriosas, colocadas por Miguel Ruz, de Al Estilo Antequerano.
Oración y Festividad de Santa Eufemia