No habrá procesiones normales, las tradicionales, las que llenan de alegría a los cofrades, de júbilo a los niños, de ilusión a los jóvenes y de recuerdos a los mayores. No se cerrarán las calles por el paso de los cortejos procesionales. No se presentarán a niños ante su primera procesión. No se llorará ante el que ya no está. La de 2020 será una Semana Santa diferente. Es como si los cristianos volviéramos a las catacumbas, llamados a celebrarla en comunidad, en casa, por el móvil o la televisión. Esta pandemia del coronavirus no nos va a dejar ni a ir a la raíz de nuestra fe: los templos, el Sagrario físico desde donde partieron las procesiones.
Hasta ahora, los miedos y los conflictos sociales y sus crisis económicas habían sido las causas de dejar las procesiones en los templos. En este 2020, será la primera vez que los tronos no se monten por una pandemia, el COVID-19, el Coronavirus, algo que ya padecimos entre 1918 y 1919 con la entonces conocida como “gripe española” y cuyas consecuencias se padecieron hasta 1920, como recogemos en cómo fue la Semana Santa de 1920.
Pero como muy bien decía el delegado diocesano de Medios de Comunicación, Rafael Pérez Pallarés: “Precisión terminológica. Sí habrá Semana Santa del 5 al 12 de abril. No habrán procesiones. Por tanto, no habrá Semana Santa el 14 y 15 de septiembre. A lo sumo la celebración de la Santa Cruz (14) y la Virgen de los Dolores (15)”. Incidía en Twitter para dejar claro que no haber procesiones, no significa que no haya Semana Santa; y que si hubiera procesiones en septiembre (como ha dejado abierta la posibilidad la Iglesia), no sería trasladar la Semana Santa a ese mes, sino la religiosidad popular.
Volviendo a Antequera, el jueves 12 de marzo se celebraron los últimos cultos cofrades: el primer día del Triduo de la Cofradía de “Abajo” y el quinto día del Septenario del Consuelo. Desde ahí, todo suspendido: Vía Crucis del Cristo de las Penas, presentación de la revista Pregón y exposición del Vía Crucis del Nazareno, así como los triduos de la Soledad, Estudiantes (con su Pregón), Mayor Dolor y Dolores. A los que hay que sumar el Pregón Oficial o todo el resto de actividades cofrades.
Las procesiones del año 2020: las de la Fe
Pero Antequera, como toda España, está viviendo una nueva procesión. A primera hora de la mañana, cuando las monjas de clausura empiezan a rezar, las familias en casa cogen el móvil para mirar si tienen algún mensaje para saber si la familia está bien. Empieza un nuevo día, sin colegio, sin apenas trabajo y sin ruido por la calle. Quienes tienen que salir a trabajar, con el miedo de qué pasará y el riesgo de contagiarse. Los que se quedan en casa, organizando su “procesión” de cada día: la casa, los niños, la comida, la limpieza, el trabajo y qué hacer sin salir a la calle.
Van pasando las horas, los colegios mandan las tareas y las llamadas no paran de sucederse, desde la simple hasta el mensaje por whatsapp o la vídeollamada. Llegan las 12 del mediodía y las campanas repican desde los conventos y parroquias. Es la hora del Ángelus y el Papa Francisco ha pedido unión a esa hora, como la del miércoles 25 de marzo cuando escribimos estas líneas.
Tras dos semanas de incertidumbre, existen tres tipos de procesiones: los que la llevan por dentro, los que sólo se fijan en lo malo y critican todo lo que se comparte y los que intentan llegar hasta el final. Es como en Semana Santa: los que hacen turismo y no les prestan atención, los que se quedan en el Viernes Santo o quienes creen en la Resurrección. Durante la jornada, toca salir, ya sea a primera hora para comprar la prensa, la fruta, el pescado, ir al supermercado, la farmacia o comida para recoger. Se “respira” ansiedad. Ya no se habla, se señala la distancia en los establecimientos, se entregan guantes, se mira al suelo o los ojos no se perciben por las mascarillas. Y entre todos, las personas mayores, las que crecieron en la Guerra y nos dieron todo, sin mascarillas, sin miedo, solas, en la calle, en las compras y en casa.
Y llegan las 20 horas, antes de que llegue la hora, sale la procesión de este año: ¡la gente sale a sus balcones a aplaudir a los sanitarios, a quienes velan por nuestra salud! Y cuando tenían que venir las bandas de cornetas y tambores, aparecen los coches de policía, con las luces y los aplausos unidos, como si fuera la cofradía que acaba de llegar a nuestra puerta.
Y en medio de la noche, pasa una ambulancia, como si fueran los tambores roncos de la Soledad, sin hacer ruido: acude a una urgencia, quizá a un caso de coronavirus. Y todos miran al Hospital, el final de la procesión de este año, donde los cofrades están vestidos de uniformes verdes o blancos, sin capirotes, pero con antifaz en forma de mascarilla y gafas protectoras. Sin apreciarlo, llevan un cirio, una vela, una luz que alumbra al enfermo que ingresa sin saber si tiene el coronavirus u otra enfermedad.
Empieza la vigilia, la pasión de este año 2020, el miedo a la muerte, a caer bajo ese virus que una vez lo superemos, creemos que cambiará nuestra forma de ver la vida. Entre tanto, nos tocará “correr la vega”, entre la vida y la muerte, la Paz y el Socorro, sin saber si quedaremos o no en Soledad. Pero siempre habrá una sonrisa, un aplauso, una mirada, llena de Esperanza, como ese Domingo de Resurrección, que pese a ser el día más importante, es el que más desapercibido pasa… hasta ahora al menos.
¡Que esta Semana Santa sirva para unirse en nuestra catacumbas, pero para coger fuerzas para salir cuando nos toquen la campana y sigamos metiendo el hombro como todos los que salen cada día en este encierro que no esperábamos! Que la Fe sea nuestra luz y esta procesión no se nos olvide para que nuestra vida vuelva a ser el centro y dejemos de dar importancia a lo que no tiene. ¡Y que siga saliendo el sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera! Amén.
Información básica para el coronavirus
·Teléfonos exclusivos para el Covid-19 “coronavirus: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).
· No usar el 061 ni el 112: Las autoridades piden que no se llame a esos números porque colapsan las centralitas e impiden la atención de otros casos en los que hay una urgencia vital. Los números a los que hay que llamar para consultar dudas y hacer preguntas sobre el coronavirus son el 900 400 061 y el 955 54 50 60 (Salud Responde).
· Qué es el coronavirus: Virus que circulan entre animales, pero que algunos pueden afectar a los humanos, el nuevo se identificó en China a finales de 2019.
· Los síntomas: Fiebre, tos y sensación de falta de aire.
· Prevención: Lavar las manos frecuentemente. Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. Al toser, cubrir la boca con un pañuelo desechable o contra el brazo con el codo flexionado. Con síntomas respiratorios, evitar el contacto próximo con otras personas.
· Con síntomas: No acudir al Hospital, sino llamar a los teléfonos indicados: 900 400 061 y 955 54 50 60 (Salud Responde).