La imagen del Cristo de las Penas realizó su Vía Crucis cuaresmal, que el año pasado tuvo que suspender por el inicio del confinamiento, pero en el interior del templo de San Pedro.
Así, el viernes 26 de febrero a las 20 horas, dentro del Septenario, en vez de celebrar la Eucaristía se procedió al rezo del Vía Crucis con la imagen del Señor. No recorrió las calles del barrio, como venía realizando, sino que fue claustral por el interior del templo.
Portado por tres cofrades con mascarilla, con los fieles aguardando en los bancos, se procedió a una procesión en el interior, encabezada por un cuerpo de acólitos vestidos de monaguillos, con un crucifijo, cuatro faroles e incienso. Detrás la imagen que preside el Altar Mayor, sobre su cruz y sin andas, cerrando el mismo el párroco Francisco de Paula Baquero.
Recorrió ambas naves laterales y paró ante la Capilla de las Ánimas, donde este año se ha montado el altar cuaresmal. Luces apagadas y rezo de cada una de las estaciones.
Ya el sábado, a las 20 horas, el mismo párroco presidió la última misa del Septenario, que este año sí se pudo terminar, ya que el año pasado se tuvo que suspender y dejar a las imágenes en el altar durante el confinamiento.
La hermana mayor, Visi Bracho del Río, agradece la respuesta de los devotos, para acompañar en la celebración de los cultos, respetando las medidas de seguridad aconsejadas tanto por la diócesis como por las autoridades sanitarias.
Ahora ya preparan un altar extraordinario para Semana Santa con el fin que los devotos puedan al menos ir al templo pese a no poder procesionar.