El 16 de julio se cumplía un año de la apertura al público de Abacería El Coto, en la calle Cantareros. En este año, su propietario Francisco Berrocal ha logrado afianzar un concepto nuevo en nuestra ciudad, que cada día gana más adeptos.
“Siguiendo los términos antiguos, una abacería era como una tienda de ultramarinos con el que se acercaban al cliente productos de otro lugar”, explica para exponer que “nosotros lo hemos enfocado, aprovechando las características del local, a productos de distintos lugares, productos que vienen en conservas y se pueden dar en el momento sin precisar de una cocina en el lugar”.
Sobre esa base, quien acuda a Abacería El Coto puede degustar “principalmente de unos buenos salazones, unos buenos ibéricos y conservas; además de diferentes guisos que se pueden elaborar fuera y dándoles un golpe de calor son servidos al cliente”.
Se trata de un concepto novedoso en Antequera, que “ofrece una visión distinta de lo que es la hostelería; un sitio de tapeo, un sitio de paso donde la cerveza o un buen fino de Jerez o una buena manzanilla de Sanlúcar sea la protagonista”. Este maridaje perfecto es otro de los aspectos que son muy cuidados por Berrocal, “para lograr la pareja perfecta con la tapa elegida”.
El ambiente tradicional, con una decoración muy cofrade y taurina, acompañan para “recuperar lo que eran las antiguas tabernas como La Campana que en Antequera existieron con anterioridad, y que llegaron a perderse”. “Creo que también es importante que haya esos lugares pequeñitos pero acogedores donde una buena tapa con una buena cerveza o un buen vino dé lugar a una buena conversación”, añade.
Un lugar de referencia para su clientela
Una vez completado un ciclo anual con sus doce meses de apertura, Francisco Berrocal hace balance de lo que define como “una experiencia bonita, única, que a título personal está siendo muy satisfactorio”.
En este año, ha logrado tener una clientela que ya lo tiene como un punto de referencia. “Al final esto se ha convertido en una casa para muchas personas, que suelen pasar y continúan, pero que siempre vuelven”. “Hemos creado como una parroquia, que al final es lo que buscábamos, lograr un clima en el que el que entra por la puerta va a saber que hay alguien que conoce para conversar y estar tranquilo”, asegura.
Tan a gusto están los clientes en Abacería El Coto, más aún durante los meses de verano con su terraza en la plazuela de la Virgen de los Remedios, que cada vez son más las personas que optan por este lugar “para tomar una copa en un ambiente muy agradable y fresco por su entorno con la fuente”.
