Ana y Mari Cruz García González llevan en el negocio familiar toda su vida. Ana comenzó vendiendo muebles en lo que hoy es MyMobel y poco tiempo después pasó a la puericultura. Mari Cruz se incorporó directamente al fascinante mundo del bebé. Juntas, se encargan de vender ilusiones a las familias que van a recibir un nuevo miembro.
Ana nos explica: “Empezamos poniendo dos cunas entre los muebles. Con el tiempo hemos pasado de tener dos marcas y cuatro colores a lo que hay ahora, que es un mundo increíble. Era más fácil y más difícil vender porque nacían más niños pero había pocos artículos, una cuna, un cochecito y poco más”. Ellas están siempre aprendiendo y evolucionado: “El mundo del bebé ha cambiado mucho. Antes se hacían las cosas de una manera y ahora se hacen de otra. Nosotras no nos hemos desvinculado de ese mundo, hemos evolucionado y aprendiendo. También nos ha obligado la situación, antes los papás no sabían de puericultura, pero ahora ellos están muy informados, saben lo que quieren, y te obligan a ir siempre un paso por delante, y a nosotras nos encanta aprender”.
Asesoramiento y servicio postventa
Nos explica Ana que les diferencia “el servicio, el asesoramiento, intentamos por todos los medios que cuando el cliente termina de hacer una lista de nacimiento diga ¡qué bien! Vamos a lo que va a necesitar hoy y lo que va a necesitar mañana, desde la experiencia de los años que llevamos trabajando. Y por supuesto, el servicio postventa, pueden haber pasado cinco o seis meses, nosotras seguimos aquí para recordarles cómo se montaba, cómo se abre, cómo se cierra…”.
La ilusión es parte de Maxibebé: “Vendemos ilusiones. Vienen las mamás con las barrigas, con toda la ilusión a preparar las cosas del bebé, y más tarde traen al bebé para que lo conozcas. Los papás se involucran también mucho. Es muy satisfactorio, se crea un vínculo muy bonito”.