María Dolores Vidaurreta lleva once años regentando DeMaría Hogar, una tienda de regalos, decoración, menaje y complementos situada en calle Cantareros, 1. Estos días su escaparate, siempre en continuo cambio, se tiñe de color rojo para recordarnos a todos que el Día de los Enamorados llega.
María Dolores confiesa que “personalmente no había tenido mucha afición por el día de los enamorados, pero es algo que se contagia, desde que tengo la tienda me gusta mucho más, veo tanta ilusión, que se comparte, es muy bonito. Me he aficionado al día de los enamorados en la tienda”.
Y en gran medida, los jóvenes son los responsables de ese contagio: “Los hombres compran muchísimo, sobretodo los chicos jóvenes, son muy entusiastas. Te explican cómo es su novia, te piden consejo… se disfruta mucho. No hace falta grandes regalos, es el detalle; haces una comida especial o una tarta bonita con un molde de corazón, le pones una flor encima… Importa más el gesto; vendo muchos regalos que son detalles. Tener un poquito de chispa, unas velas, un aroma… algo romántico”.
Escaparates que llaman la atención
Nota diferencia de cuando abrió: “Muchísima. El negocio ha cambiado mucho, porque el gusto de la gente ha cambiado mucho. La tienda ha cambiado mucho para bien y eso depende del público que entra. Cada ciudad es distinta, no es lo mismo el gusto del interior que el de la costa. La gente me lo alaba mucho, me dicen que tengo la tienda muy bonita, y eso se agradece mucho”.
Su escaparate llama la atención a quien pasa por su puerta y entrar es descubrir mucho más. “Nos gusta cambiarlo mucho, somos muy activos en el escaparate y nos gusta poner todas la cosas nuevas que nos llegan. Queremos que sea la representación, pero es imposible poner todo”. Reconoce que poner el escaparate para los enamorados “ilusiona mucho”.