El Centro de Fisioterapia y Rehabilitación Linde cumple 20 años desde su apertura en la calle Infierno. En estas dos décadas, se ha convertido en referente en la ciudad por su calidad asistencial.
“En este tiempo todo ha evolucionado mucho, en un principio estaba yo solo y ahora somos tres”, señala orgulloso Miguel Ángel de la Linde Rubio.
“La tecnología ha evolucionado mucho en estos 20 años, y ahora disponemos de ondas de choque, la diatermina, tenemos máquinas para suelo pélvico, se han ampliado los servicios como los tratamientos de niños con cólico del lactante, se hace trabajo para la articulación temporomandibular para personas que aprietan los dientes por la noche y les da dolor de cuello, técnicas ecoguiadas gracias al ecógrafo… muchísimas cosas que al principio no hacíamos y que hoy en día son posibles gracias al avance de la tecnología y el conocimiento”, detalla.
Tanto Miguel Ángel de la Linde como su equipo desarrollan una formación continua, lo que le lleva a seguir ampliando sus servicios. “Para el año que viene esperamos incorporar el tema de dietética, como un complemento para pacientes con sobrepeso, que tienen problemas de rodilla o de cadera y que, por mucho que le hagas, si no bajan el peso, es complicado”, adelanta.
También sus instalaciones han sufrido un importante proceso en estos años, “originariamente era una sala diáfana, y actualmente contamos con tres salas individualizadas que permiten que el servicio siga siendo muy personalizado y que el paciente se sienta lo mejor atendido posible”. En este sentido, considera que “una de las señas de identidad de la clínica es que no estás compartiendo sala con otro paciente”, recalca.
La evolución de las patologías
“Todos los días vengo como si fuera el primero, porque en la medida de lo posible hay que intentar contentar al paciente y dar lo mejor de ti”, confiesa, al tiempo que reconoce que “intentamos que, si el paciente no puede mejorar, al menos que se sienta bien atendido y que vea que se ha hecho todo lo que estaba en nuestras manos”.
Otro aspecto que ha apreciado De la Linde desde su experiencia es que “ahora hay mucho estrés, más aún desde después de la pandemia; y por eso hay muchos pacientes que acuden a fisioterapia ya sea por falta de ejercicio, estrés o porque no duerman ni descansen”.
También ha crecido mucho la patología deportiva “porque de veinte años para acá el deporte se ha extendido muchísimo en Antequera, con una gran oferta”; a pesar de lo cual insiste en la importancia de su práctica para nuestra salud.