Manuel Muriel, Manolo, es propietario de la papelería Alfil.be Antetequera. Lleva ya siete años con su negocio y para él, la vuelta al cole siempre es un momento especial. Desde antes de montar su actual negocio, ya pensaba en compaginar su antiguo trabajo con una papelería. Las circunstancias de la vida le han llevado a que cumpla su sueño que vive con ilusión a diario, aunque reconoce que la vuelta al cole es un momento muy esperado.
“A los niños, sobre todo los de 8-9-10 añitos, les encanta venir con los papás y mamás. Esta papelería es muy jugosa para los niños, lo tienen todo a la mano, lo ven, lo tocan… La ilusión de la vuelta al cole es casi parecida a la de los reyes, es la ilusión de tener las cositas nuevas. A los niños se les nota en la cara”, asegura Manolo, quien también confirma que para él, la vuelta al cole es algo que prepara con ilusión: “Nosotros lo vivimos con mucha ilusión, estamos trabajando todo el año para ellos y les traemos las últimas novedades. A final de junio ya empezamos a preparar la vuelta al cole.”
Sobre cómo recuerda el comienzo y cómo ve el futuro, nos cuenta: “En 2015 por circunstancias laborales fue el momento de plantearlo, decidimos intentarlo y aquí estamos, peleando, luchando, con mucho sacrificio, mucho esfuerzo pero con ilusión y ganas todo sale adelante. ¿El futuro? La ilusión y las ganas nunca las vamos a perder, tenemos un trabajo que nos gusta, nos apasiona, disfrutamos con el trato al público… La ilusión no la perderemos nunca porque entonces será el principio del fin”. Como padre que es: “el trato al público es fundamental y como somos padres cuando vienen mis clientes nos ponemos en sus zapatos, les aconsejamos, intentando que el cliente no malgaste el dinero en cosas innecesarias”.
Ahorro para al cliente reduciendo beneficio
La subida del coste de vida ha influido también en este sector de la papelería, incrementándose el precio de algunos artículos hasta un 30 por ciento. Manolo nos explica cómo intentan ayudar al cliente a ahorrar: “La filosofía que tenemos es que todo el material que tenemos en estocaje mantiene el precio hasta que tengamos que hacer un nuevo pedido. Los artículos que tenemos en el almacén que compramos a precio del año pasado, se venden a precio del año pasado. Cuando tengamos que renovar el material, habrá que venderlo al precio nuevo que nos ponen. (…) Intentamos que la subida que hemos tenido de papel o de luz no repercuta en el cliente, reduciendo el beneficio para que el cliente se vea perjudicado lo menos posible, en la vuelta al cole.”