Súper Pollo Burguer es el establecimiento preferido por muchos antequeranos para disfrutar de una hamburguesa o un bocadillo. Así lo lleva siendo desde hace tres décadas en sus diferentes ubicaciones.
Desde 2004 se encuentran en la Urbanización Parquesol, donde su propietaria Soledad Acedo Sánchez mantiene su esencia. Son ya varias generaciones de jóvenes y no tan jóvenes que tienen en Súper Pollo un lugar de referencia. “He visto a niños de 14 y 15 años venir, que luego se han casado y ahora estoy viendo a sus hijos”, señala Soledad, que espera “ver también a sus nietos”.
Esta fidelidad del cliente “es gratificante, y es señal de que mal no vamos porque se está conservando y todos vuelven”. “Tenemos una clientela muy buena y que habla muy bien de nosotros”, explica para señalar la clave de su éxito “en que nunca hemos cambiado la calidad”.
Rechaza el término ‘comida basura’. “No es lo mismo una hamburguesa que una hamburguesa bien hecha”, añade para expresar que “es un bocadillo que está bien equilibrado con su carne y verdura, que son necesarias para nuestra alimentación”.
Para ello, cada semana preparan allí mismo 80 kilos de hamburguesas caseras, siempre siguiendo la misma receta que tanto le gusta a sus clientes, “con una carne extra, y sus aliños correspondientes para que esté bien rica”.
Bocadillos y camperos para todos los gustos
Junto a sus hamburguesas, los camperos o su gran ‘Taetón’ son otros de los productos más demandados de su amplia carta. “Aunque cada persona puede crear su propio bocadillo o adaptar los que tenemos a sus propios gustos personales”, puntualiza.
“El Taetón lo creó un equipo de fútbol de muchachos que después de jugar iban a la hamburguesería con hambre”, y por eso se hizo “un bocadillo grande que es una barra catalana que pesa más de un kilo”. Confiesa que “está pensado para dos personas, pero hay quien dice que se lo come solo”.
Aunque Soledad Acedo recomienda encargar por teléfono el pedido y recogerlo en el local, también se ofrece desde Súper Pollo Buguer el reparto a domicilio, “que es muy cómodo y cada vez es más demandado”.
Intentan ajustar los tiempos lo más posible, “pero yo lo tengo muy claro, yo no quiero comida hecha de un rato antes. Si me pides una hamburguesa, se echa a la plancha cuando llega tu turno, no se hace dos horas”. “Por eso a veces tardamos, pero si cambiamos el método, entonces el bocadillo ya no está tan bueno”, explica.
“Tengo un equipo muy bueno, y lo hacemos todo con ilusión porque nos gusta su trabajo”. Ese cariño, se nota en Súper Pollo Burguer.