La noche del jueves 20 de julio pasa a la efemérides local tras el extraordinario concierto del cubano Chucho Valdés, que tras ganar su sexto Grammy en la modalidad de mejor disco de jazz latino ‘Tribute To Irakere: Live In Marciac’, deleitó al abarrotado recoleto patio del Museo de la Ciudad.
Tener seis distinciones de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación preconizaba el éxito como así fue. Con 20 minutos de retraso hasta que entró todo el público, el profesor Juanjo Álvarez se encargó de presentar el acto, aludiendo a la estela internacional del compositor que estaba apunto de salir para empezar su concierto.
Eligió el tema “El Manicero” para abrir su repertorio, donde mezcló su amor latino a Argentina, de donde es su mujer, improvisando un tango, para seguir con clásicos con sorpresas como el preludio 4 de Chopin y el regalo del Concierto de Aranjuez que vaticinaba el final tras 75 minutos de increíble juego de manos en su piano.
Su estilo latin-jazz fue protagonista en Antequera, a cuyo término del acto, la teniente de alcalde de Cultura, Ana Cebrián, le dio un obsequio de la Ciudad por su presencia histórica esa noche.
Un concierto donde el pianista cubano Dionisio Jesús Valdés Rodríguez, más conocido como Chucho Valdés, sigue la estela de su padre, el recordado Bebo Valdés, símbolo del jazz afrocubano. Ambos han pasado gran parte de su vida en la Costa del Sol.
Valdés, además de su habilidad con el piano, es compositor y arreglista, siendo considerado como una de las figuras más influyentes en la historia moderna del jazz afro-cubano.
Buscaba un lugar íntimo, para que su genio y piano fueras los únicos protagonistas de la noche, siendo muy selectivo en su gira de este verano, de la que Antequera forma parte de uno de los escogidos lugares para la misma en el patio de su Museo.