Hechizado quedó el público ante el sonido de Mägo de Oz en el concierto que ofrecieron este jueves 22 de agosto en la Real Feria de Agosto de Antequera.
A las 12 de la noche el público fue llenando los aledaños de la Caseta Municipal donde los seguidores del grupo iban ocupando los primeros lugares, antequeranos y muchos visitantes que no perdieron la ocasión para venir a presenciar la cita con el folk metal.
Basados en su tour «Feliz no cumpleaños» iniciaron una experiencia virtual en su pantalla, buscando el mejor lugar en el que iniciar este juego, y nada mejor, que el concierto de Mägo de Oz. Con un poco de retraso sobre el inicio, por problemas técnicos, comenzó a sonar el rock.
Abrieron la actuación con «Alicia en el metalverso», una firme declaración de intenciones para lo que vendría después, casi dos horas de un intenso directo basado en el talento, experiencia y buen hacer de uno de los grupos más destacados del metal español.
Prosiguió la actuación con uno de sus clásicos «Molinos de viento», un guiño sin duda a seguidores de antes y de ahora, porque si hay algo presente en esta formación es que sabe conjugar todas sus etapas, las iniciales y las de ahora, por eso entre los asistentes había muchas familias enteras amentes del rock, otros más mayores y los jóvenes, a los que este sonido celta y mágico consigue embrujar.
Volvieron a recuperar su último disco con «Luna de sangre», para seguir con «La posada de los muertos» con todo el público a mano alzada con cerveza, o con lo que tuvieran en mano, cantando con ellos a todo pulmón.
Los temas se fueron desarrollando hasta llegar a la parte más melódica, «La voz dormida», «La venganza de Gaia» que sirvió para revivir la magia de esos grandes discos que firmó la banda en su momento de máximo reclamo internacional, y también con esa importancia social que siempre se ha reclamado desde las letras de Txus di Fellatio. Aquí Rafa Blas fue presentando a la banda, con muchas caras nuevas y también, con sus eternos componentes. Una conjunción perfecta que prosiguió para que cantara Xana Lavey y «Te traeré el horizonte». Para muchas de esas familias que saben lo que se cuece dentro del rock, se presentó la letra de «Por si un día te pierdes», muchos padres emocionados saben del trasfondo de cada palabra.
Víctor de Andrés apareció y lo hizo como siempre, dando la nota esperada, porque sin ella, no sería lo mismo. Reclamó la importancia de la música, del directo, de basar un concierto en tocar los instrumentos y no con las herramientas de hoy día. Y también hizo una especial parada para aplaudir a todos los bomberos, UME y fuerzas de seguridad que tantas veces nos ayudan, como ahora en su tierra, Galicia. Fuerte ovación del público que continuó con «Hasta que el cuerpo aguante».
Siguió el solo de Salán con ese pequeño guiño al gran Ozzy y la Marcha Turca de Mozart, para seguir con más reivindicaciones basados en «Gaia» y su mirada hacia palestina, donde su bandera salió al escenario con los aplausos de los presentes. La voz de Rafa Blas fue el grito de auxilio ante esas imágenes que se mostraban en pantalla: nada más que añadir.
Y para cerrar, de nuevo el cantante hizo gala de su voz portentosa para animar más si cabe a los asistentes y finalizar el concierto con dos temas esenciales, «La costa del silencio» y «Fiesta pagana» dejando el listón en lo más alto, con un público botando, rendido ante la calidad que el folk metal posee. Una Feria que se convirtió en una gran fiesta pagana gracias a Mägo de Oz, ¡gracias!