El miércoles abría la feria de ganados con diana por la Banda Municipal de Música ¡a las 7 de la mañana! Por la tarde, se anunciaba el descubrimiento de una
. Pero no se realizó:
Y en el entonces Paseo de Alfonso XIII, Fiesta de la Flor, a beneficio del Ropero Escolar. Para terminar, “gran iluminación eléctrica en el Paseo, y primer concierto por las bandas militares”.El 21, comenzaron los festejos taurinos ¡a las 17,30 horas! con la
“acreditada ganadería de D. Ricardo Goizueta y Hermano (antes Gamero Cívico), por los valientes diestros” para Paco Madrid, ovación y una oreja; Diego Mazquiarán “Fortuna” y José Flores “Camará”, que estuvieron muy bien en sus primeros toros y muy mal en sus segundos.
En este 1919 son sustituidos los asientos de madera, por lajas de piedra del Cortijo Palanco, sobre gradas de mampostería. Al día siguiente, de nuevo el mercado de ganado, música de las bandas, iluminación en el Paseo, pero antes segunda corrida de toros, esta vez con ganadería de la viuda e hijos de Gallardo de los Barrios, de nuevo para Madrid y Fortuna al que se les unía “El Gallo”, que estuvo memorable en el cuarto toro de la tarde, donde toreó sentado en una silla y con dos abanicos que le tiraron desde los graderíos; Paco Madrid, que cortó cuatro orejas y Fortuna, que estuvo mal. Hubo lluvia y un vendaval a pesar de lo cual nadie se retiró de la plaza hasta el final de la corrida.
Ya el sábado 23,
“a las cinco de la tarde, en el Salón de Actos del Excmo. Ayuntamiento, reparto de Cartillas Escolares a los niños asistentes a las Escuelas públicas”. Y a las 19 horas,
“batalla de flores y serpentinas en el Paseo de Alfonso XIII, con asistencia de las bandas militares”. Y a las 22 horas en la Plaza de Toros, concierto de las bandas de Borbón y Álava.Para terminar el domingo 24, tras la diana, bendición de automóviles en el Paseo, y por la tarde
“novillada con caballeros en Plaza, en la que serán rejoneados dos novillos-toros por el singular rejoneador español don Basilio Barajas” para concluir con cuatro novillos poniéndose al frente Esparterito y Piedrola.
Y todo como culmen a unos días con
“bailes y verbenas en los círculos de recreo, cinematógrafo, compañía de zarzuela, circos ecuestres y demás espectáculos durante los días de fiestas, que anunciarán programas y carteles”.
Terminaba una feria a cuyo término se pedía la colaboración ciudadana para encontrar
“una pulserita de niña, con tres medallitas colgantes; y un llavero con tres llaves de arcas…”.
Concluimos con el resumen que hacíamos hace 100 años:
“Nuestra impresión final es, que la feria ha sido magnífica en lo que afecta a la intervención que en la misma han tenido los agentes naturales de este bendito rincón andaluz, pero que ha faltado una organización ordenada para que con el natural éxito se llevara a la ejecución cada uno de los números del programa”.