La Biblioteca de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera se ha enriquecido con el total de la gran biblioteca –libros, artículos, documentos, grabados– de ese gran antequerano de corazón, y algo más profundo todavía, que es Antonio del Bello.
Lo hemos dicho en más de una ocasión: casi no se comprende que una persona que no tiene nada que ver con Antequera, se “enganche” tanto a ella; que nuestra ciudad prenda de esa forma en personas que un día la conocieron circunstancialmente para luego dedicarse a ella en cuerpo y alma, recopilando no ya libros, tratados, temas conocidos pero de difícil consecución por lo raros, por lo caros, sino copias de distinciones, de otorgamientos, de escrituras, existentes en Inglaterra, en Estados Unidos, en Italia, logrados, sin importar ni costos, ni distancias, ni dificultades, todo lo cual hace a esa Biblioteca mucho más valiosa.
Bueno; pues gracias a la generosidad de Rafael Tapia –otro especialista en todo lo que huela a Antequera– y algunos familiares, el resto de esa Biblioteca ya está en Antequera. El otro día hablamos con él, y nos lo comunicaba con cierta tristeza, pues para él era desprenderse de un tesoro, pero con la alegría de que su esfuerzo de tantos años, permanecerá para siempre, junto a su nombre, bajo el cuidado de Bartolomé Ruiz y su Real Academia.
¡Qué contraste con el cumplimiento de la voluntad de Muñoz Rojas que, con todos los formalismos, donó a Antequera y su Academia, su Biblioteca y ahora hay quien se niega a cumplir esa voluntad de quien tanto quiso a Antequera, como Antequera le quiso a él…!
Más información, edición impresa sábado 25 de abril (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).