Hay días para no olvidar como este domingo 25 de julio, en el que a las 20,30 horas, el conjunto dolménico de Antequera recibía el espectáculo musical de Jorge Pardo, Premio a Mejor músico Europeo de Jazz, por parte de la Academia Francesa de Jazz y Premio Nacional de las Músicas Actuales otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura.
Talento como el suyo hace más y mejor la apuesta cultural de la ciudad, del conjunto dolménico que sigue alzándose como faro cultural en este festival que bajo el nombre de ‘MengaStones’ que da calor y color artísticos al verano.
Jorge atrajo el viento que se siente en el enclave del valor universal excepcional del sitio Patrimonio Mundial. Los instrumentos de viento son su gran pasión, sin olvidar la guitarra.
Faustino Núñez dice de él que “hay músicos que son maestros en lo suyo, pero se entorpecen ante otras músicas, otros logran mezclar lenguajes con cierta facilidad, pero solo unos pocos son auténticos alquimistas, aquellos que conocen la naturaleza y propiedades de los metales que desean fundir y saben obtener a través de esa alquimia arte puro”.
A sus 64 años, este madrileño combina el jazz y el flamenco, con el saxofón, como tenor y soprano y flautista. La flauta travesera encandiló a los presentes que conectó con el espíritu de hace más de 6.000 años cuando la cultura megalítica hizo alzar los monumentos ante la Peña, el símbolo de la Madre Naturaleza, que ha tardado en ser reconocida por la UNESCO.
Jorge Pardo estuvo a la altura en un concierto donde el conjunto dolménico no se queda de piedra en destacar únicamente los monumentos.
