Se abrieron las puertas del tiempo. Rodrigo Narváez, el primer alcaide de Antequera revivió sus andanzas, su historia y aquellas leyendas que se convirtieron en romances fronterizos que se fueron trasmitiendo a lo largo de la historia hasta llegarnos hoy día.
Las Lecturas de la Canela de este año 2024 ofrecieron una mirada especial a este personaje histórico que falleció en Antequera el 20 de noviembre de 1424, celebrándose los 600 años de su fallecimiento en este año. Con la coordinación de Juan Benítez, la Real Academia de Antequera acogió el viernes 29 de noviembre, esta tradicional cita con la poesía, centrada especialmente en estos romances fronterizos.
Benítez repasó en primer momento el origen de este encuentro que cumple su trigésimo aniversario repasando muchos de sus lugares de celebración y algunas de sus convocatorias. Se centró posteriormente, en desgranar la figura biográfica de Narváez y asimismo, en los romances épicos, fronterizos, que los juglares transmitían en cada rincón. Narraciones que cantaban y recitaban a través de composiciones narrativas que se han recogido a lo largo de la historia.
Esas precisamente fueron las protagonistas de este encuentro, donde varios participantes convertidos en juglares del siglo XXI fueron recitando lo que fue la toma de Antequera hasta terminar con el famoso Abencerraje.
Cantos y recitales en el siglo XXI
Guiados por los acontecimientos históricos y biográficos de Rodrigo de Narváez, se fueron recitando distintos romances, acompañados a la guitarra por José Luis López.
Entre narración y narración, muchos acompañados por los cantos de estos juglares, Benítez fue explicando y dando detalles de esas composiciones, los anacronismos, las similitudes y la importancia de muchos de ellos. Participaron en las lecturas: José Antonio Ramos, Carmen Rivas, Nani Pérez, Juan Benítez, Eufemia Díaz, Pilar Ruiz, Carmen Vera, Rosi Cabanillas, Encarna Lara, Félix Jiménez, Carmen Mengibar y Antonio Estepa. Con sus voces, se abrió esa puerta del tiempo que de vez en cuando, se merece quedar abierta…
