“Pasta, pasta, queremos pasta”, cantaban los integrantes de la Chirigota Antequerana en la presentación de su repertorio para este Carnaval 2024. Por fin desvelaban que, tras el nombre de ‘Todo por la pasta’ se escondían unos cepillos de dientes.
Un tipo tan sencillo, pero a la vez tan complicado de desarrollar, daba lugar a un completo repertorio en el que aseguraban que “aunque mi trabajo es un poco desagradable, lo hago todo por la pasta”. Nos obstante, ironizaban al asegurar que “lo tiene peor la escobilla del váter”.
Pero estábamos en Carnaval, y tocaba salir del cuarto de baño para cantarle un año más a Antequera. “Hemos dejado de guardia al hilo dental”, añadían antes de expresar en el primero de sus pasodobles que su objetivo no era otro que “dejar un buen saborcito de boca”.
Con el público totalmente entregado en la presentación en la Sala EMMA el pasado viernes 9 de febrero, justo después del Pregón del Carnaval, la Chirigota Antequerana mantenía su esencia con un grupo capitaneado por Javi España como director, y conformado por clásicos chiguiroteros como José Antonio del Pino, José Antonio Carbonero, Rafa Alamilla, Salvi Fernández, Miguel Ángel Sánchez, Jorge Gálvez, Carlos Sierras, Paco Peramos, Víctor Gálvez, Antoniio Navarro, Carlos Aguilera o Javier Vallespín.
Un repertorio inteligente sin salirse nunca del tipo
“No me mires así cuando llegue el estribillo, que te cepillo que te cepillo”, fue el soniquete que repitieron en cada uno de sus cuplés, la parte más irónica del repertorio en la que no huyeron de temas locales para sacar las carcajadas de todo el público con temas que este año han dado mucho juego como el vendaval que tuvimos en octubre, y en el que salió todo volando “menos el alcalde que está muy bien pegado al asiento”.
El repertorio en su conjunto fue un inteligente juego de palabras entre lo que es una dentadura y la situación política actual, siendo críticos al denunciar que “este país será todo lo que tú quieras, pero se está convirtiendo en un dolor de muelas”. Es complicadísimo sacar más partido al tipo, de modo que “con un bombo y un platillo aquí están estos cepillos para sacarte una sonrisa”, se despedían.
