Por muchos años que pasen… hay momentos únicos e irrepetibles que no te cansas de vivir una y otra vez, contando los días que restan para volver a vivirlos. Es lo que ocurre en Antequera con la representación de la obra «Don Juan Tenorio», donde el grupo local de apasionados por el teatro consiguen darle un toque distinto que te cautiva más aún, y eso que llevan ya cinco años. Pues son cinco veces diferentes de sentirlo y dejarte llevar por nuestra gran creación literaria.
La obra de José Zorrilla volvió a anunciarse para las noches del viernes 31 de octubre y sábado 1 de noviembre a las 20 horas en la iglesia de San Juan de Dios. Y de nuevo se llenó en cuestión de minutos. El viernes 24 de octubre a las 10 horas, se agotaron ambas funciones, 240 localidades en total, a través de la plataforma www.giglon.com. A la falta de espacios teatrales por las obras del Torcal y de la Casa de la Cultura, se une el poco aforo de un marco ideal como es el de San Juan de Dios. ¡Cómo juegan entre el interior sacro del templo y la variedad del patio!
La Asociación Cultural Antequera Teatro, con Antonio Navarro al frente, y la Escuela Municipal de Teatro de Antequera, con Jordi Aguilera y Paula Ramírez, han vuelto a poner la maquinaria en funcionamiento para esta obra que se ha convertido en esencial para el Puente de los Santos y Difuntos.
Una representación que este año suma el sabor a la guitarra flamenca de Joaquín Bermúdez, dando paso a las diferentes escenas de los actos del Tenorio donde el entusiasmo y la pasión del colectivo “Antequera Teatro” le da un nivel cultural a la ciudad increíble. Aires de capital.
Saben aprovechar los espacios, la iluminación del retablo del altar mayor, el frío del a noche, la verja de forja, la taberna, el cementerio… “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla, se presenta como una obra adaptada por Jordi Aguilera y Paula Ramírez, los artífices del nivel del teatro en la ciudad de los últimos años.
Por quinto año dejan impresionados al público que puede asistir. La historia comienza, cómo no, cuando don Luis Mejía y don Juan (increíbles de nuevo Jordi Aguilera y Paula Ramírez) se vuelven a encontrar en la hostería del Laurel de Buttarelli, en Sevilla, tras la apuesta de un año anterior cuando se retaron a quién se batía en más duelos y seducía a más doncellas.
Ahora la contienda es embaucar a una novicia y a la prometida de don Luis, doña Ana de Pantoja. El público no pierde detalle de cómo fue este drama donde los dimes y diretes, intereses, habladurías y engaños llevaron a una disputa entre el elenco de actores, quienes protagonizan un cruel desenlace que termina con un viaje, el regreso a Sevilla y comprobar el mausoleo de una amada…
Este grupo de actores dejan el telón muy alto y su obra, su puesta en escena, se convierte en un fijo en el calendario local, teniendo la fecha de los Santos a finales de octubre como el momento en el que regalarán la ciudad este clásico.
Y, sin duda, terminamos con… «¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor? Esta aura que vaga llena de los sencillos olores de las campesinas flores que brota esa orilla amena; esa agua limpia y serena que atraviesa sin temor la barca del pescador que espera cantando el día…». Continuará en 2026, ojalá que con más aforo y más funciones porque son muchos los que se quedan fuera y muchos los que no dudan en volver a vivirlo.
Ante la representación y con el sueño de Hamlet con acento de teatro antequerano
Minutos antes del estreno, conversamos con Jordi Aguilera y Antonio Navarro, quienes nos exponen que el éxito del público les agrada «porque vemos que la gente quiere teatro y les gusta los espectáculos que nosotros hacemos, tanto desde la asociación como desde la escuela municipal. Y por otro lado, pues claro, nos sabe mal que no pueda venir todo el mundo, todo el que quisiera. Pero bueno, el aforo, como sabemos, es limitado y se agota rapidísimo, la verdad es una suerte, pero por otro lado es una pena».
A pesar de ser repetir ya por cinco años «está funcionando muy bien, sabemos que a la gente le gusta mucho. Hay gente nueva, hay gente que repite y nosotros seguimos con ganas, con ilusión y con el apoyo del Ayuntamiento, por supuesto que es el que organiza y pone en marcha también el Don Juan Tenorio, si no sería imposible».
Les encantaría que se arraigara la representación por estas fechas. «Creo que sería muy bonito que se estableciera como una tradición como es la de representar en estas fechas el Tenorio. Es el arma que tenemos para estas fechas con otras tradiciones que nos vienen de fuera, como Halloween y esas cosas por el estilo».
Esta quinta edición tiene como novedad: «Hay caras nuevas, lo que es la figuración, la hostería, ha entrado gente nueva, gente que le apetece estar viendo la obra desde dentro, el año pasado la vieron por fuera, ya están dentro. Tenemos también un guitarrista maravilloso nuevo este año y vamos a intentar explotar al máximo la zona del altar con los recursos, las luces, los efectos y lo que es la itinerancia del espectáculo del patio, iglesia…».
Son más que «Don Juan Tenorio», preparando obras que llevan por toda España y donde les están reconociendo. «El último lo hemos tenido en un certamen de Almería con una obra musical, donde nos llevamos de allí cuatro premios y la semana pasada, estuvimos en el certamen de Valdemorillo, donde han acudido 122 compañías de toda España. Para nosotros ya fue un premio el conseguir ser una de las seleccionadas para poder representar».
Aparte de volver a pisar las tablas del Teatro Torcal… ¿qué sueño tienen? «A mí me gusta mucho Shakespeare, siempre he sido mi autor, mi dramaturgo favorito. Para mí Hamlet es una obra maravillosa y me encantaría hacerla en un futuro, pero es muy complicado». ¿Qué hace falta para hacer ese sueño? «Muchos actores, muchas actrices. Y luego una buena financiación porque es una obra complicada».
Presidente, ¿recoge el guante? «Va a ser el reto, el que Jordi pueda hacer Hamlet aquí en Antequera». Le pide un papel y le dice: «Del padre de Hamlet, vamos». Ya hay nuevo reto, pero manteniendo la pasión por esta obra que con más aforo, podría ser un atractivo cultural más para esa ciudad.
