Tras la polémica desatada estos días por las obras que se están acometiendo en el Conjunto Dolménico de Antequera y las fuertes críticas que éstas han suscitado en los principales partidos de la oposición, la responsable del complejo de los Dólmenes, Rosa Enriquez, los redactores del proyecto de reordenación paisajística, José Ramón Menéndez y Pau Soler y la arquitecta Gema Aguilera, han aclarado esta mañana, como ya lo hiciera en su día la directora de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, Margarita Sánchez Romero, que se trata de unas obras de adecuación “necesarias” para restituir el paisaje original de la zona, y por tanto, conseguir una futura declaración como Patrimonio Material de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Una de las principales denuncias que realizó el Partido Popular de Antequera es que se estaba destruyendo “una construcción que costó más de 3 millones de euros”, cosa que han desmentido ya que aseguran que toda la obra realizada en el complejo hasta el momento no superaba los 2 millones de euros. Los populares también tacharon de “desastre” la gestión del PSOE en este asunto y criticaron que se haya invertido dinero en algo para luego derribarlo. En este sentido, la directora del complejo dolménico ha señalado que “hay que tener en cuenta que la investigación ha sido la que nos ha dado las claves para tomar decisiones. Esa investigación y esos resultados no se tenían ni en los años 80 ni en los 90” y ha añadido que “no podemos olvidar que la UNESCO ha hecho una serie de consideraciones y nosotros estamos intentando cumplir esos criterios tocando lo menos posible y manteniendo la inversión que ya se había realizado, pero tenemos que eliminar aquellos elementos en los que no podemos paliar su impacto en el paisaje”.
Por su parte, Pau Soler ha reseñado que “lo que va a ser Patrimonio de la Humanidad no son sólo las piedras que conforman los dólmenes, sino todo el entorno que los rodea”, de ahí la importancia de la reordenación paisajística que se está acometiendo y que pasa por la eliminación de un muro y una explanada de hormigón. Así lo ha explicado el redactor del proyecto José Ramón Menéndez: “Se ha respetado toda la infraestructura de acceso y de aparcamiento, pero había elementos que preocupaban, como una explanada de hormigón que penetraba mucho en el recinto y un muro que cortaba la continuidad de la colina de Menga. Lo que se ha hecho hasta el momento es eliminar ese muro y ocultar con tierra esa plataforma para dar continuidad visual a los dólmenes con el cerro de Marimacho», además de realizar una plantación de 400 árboles para intentar recuperar la topografía original. Por tanto, a día de hoy, quedaría por terminar la plantación de un prado y unos caminos de tierra.
Enriquez, además, ha destacado que la inversión del proyecto de conservación y puesta en valor del dolmen de Menga ha sido de 419.953 euros, cifra financiada en parte por el Ministerio de Fomento y la Consejería de Cultura.