La vida es la suma de vivencias y para afrontarla de la mejor manera, el humor y el buen rollo son dos formar de vivirla. Es lo que Los Toreros Muertos ofrecieron en su concierto de la Real Feria de Agosto de Antequera de 2024 en la madrugada del jueves 22 al viernes 23 de agosto.
La noche estaba muy rebelde y a las 1,30 de la madrugada, subía al escenario Pablo Carbonell y “Los Toreros Muertos” que preparaban su punk atrevido de siempre para cerrar la noche.
Recordamos en Historia del Arte que Pablo Ruiz Picasso llevó su imaginación a los lienzos, tras haber dominado la técnica realista. Podía hacer lo que quisiera, pero tras recorrer el aprendizaje de lo que se tiene que hacer,
Pues esta madrugada, otro Pablo, Carbonell, pudo de nuevo deleitar a los presentes porque a pesar de dominar otras artes, se deja llevar por el estilo de los Toreros y es lo que valora el público.
Atrevido, como si fuera un personaje de Thriller a lo Michael Jackson, fijó su mirada en el inicio de su concierto. El éxito del grupo radica en ser un espejo de la sociedad. Muy pocos saben cantar y bailar; la gran mayoría cantan como pueden y nunca llegarán a subirse a un escenario.
Pues bien, Pablo sí lo sabe, como lo apreciamos en su concierto en solitario en el Parador de Antequera, pero conecta con el público como si ellos mismos estuvieran en lugar de él.
No paró de sacar objetos rudimentarios para tocar con ellos o ponérselos en la cabeza. Se atrevió incluso a anunciar que se iba a presentar a alcalde de Antequera y que prometía ser un buen político, fomentar las zonas verdes y apostar por la juventud.
Quizá lo hizo tras «jugar con mi amigo Manolito» y saber que el propio alcalde disfrutaba como un antequerano más, de su concierto como expuso en sus redes sociales.
Fue el fin de una nueva calurosa noche donde Los Toreros Muertos cantan sin reírse de nadie, cantan para que el público se sienta cómodo y compruebe que el humor y el amor son dos cosas gratuitas con las que nos irían mejor si en más ocasiones nos hiciéramos sentir como los Toreros Muertos…