El catedrático de Arqueología de la Universidad de Málaga, Pedro Rodríguez Oliva ha sido el encargado de cerrar el ciclo Conferencias de Otoño del Museo de la Ciudad de Antequera, que ha tenido lugar en la tarde de este viernes 29 de noviembre, donde han estado presentes acompañando al ponente el alcalde de Antequera Manuel Barón, la concejal de Patrimonio Eugenia Acedo y el director del Museo, Manuel Romero.
Bajo el título de “Espacio y decoración en las villas romanas de la Bética”, Rodríguez ha presentado el nuevo descubrimiento romano que podría considerarse como el primer retrato de un antikariense. Esta presentación de la última pieza escultórica que ha sido descubierta en el yacimiento arqueológico de Caserío Silverio: “Retrato privado del dominus de la villa”.
Se trata de un retrato privado de principios del siglo II dC en el yacimiento de Caserío Silverio-Mayorga que podría considerarse como el primer retrato de un “anticariense”. Sería la representación del dominus (dueño) de la villa en ese momento, lo que lo convierte en el primer retrato de un anticariense (ciudadano del municipio romano de Anticaria) que conocemos hasta la fecha.
La pieza está elaborada en mármol, posiblemente de origen griego, aunque este extremo no se puede confirmar hasta que se realicen las oportunas analíticas. Presenta unas dimensiones de unos 28 centímetros de alto por 20,5 de ancho (tamaño natural). La numismática, aunque acuña esencialmente la retratística oficial, constituyó un eficaz e insustituible vehículo de propaganda en el ámbito privado. Las nuevas modas llegaban a todos los rincones del Imperio de la mano de los retratos monetales, de firme valor cronológico, que inmediatamente tenían su eco en los retratos de particulares.
Las casas romanas mostraban a sus visitantes las efigies de sus antepasados y de sus propietarios, como modernamente aparecen los blasones en las fachadas de las casas señoriales. No olvidemos que, si bien el retrato se generaliza con rapidez, nace como síntoma de prestigio social. En los espacios ajardinados acompañaban a ciclos estatuarios, que simbolizaban creencias o gustos personales. No sólo encontramos retratos personales en las viviendas, también aparecen piezas que representan personajes públicos, en alusión a una posible clientela del propietario.
La villa romana de Caserío Silverio-Mayorga ha sido objeto de trabajos arqueológicos desde el año 2010 y forma parte de los programas de seguimiento que Adif realiza para la preservación del patrimonio histórico y cultural durante la construcción de la Línea de Alta Velocidad entre Granada y Bobadilla, en el término municipal de Antequera. Para ello, Adif ha realizado con carácter previo un amplio y detallado estudio arqueológico de la zona, lo que ha permitido detectar yacimientos y otros restos de incalculable valor patrimonial. Entre los hallazgos más significativos de esta villa destacan varios mosaicos, entre los que sobresale una representación del río Tíber, con varios versos de la obra “Las Geórgicas” de Virgilio, y con una superficie total de 86,9 metros cuadrados.
También cabe mencionar dos esculturas de pequeño formato: una representación de “Diana cazadora” y una cabecita de Alejandro Magno como “Apolo Helios”. Las analíticas realizadas demuestran que ambas fueron elaboradas con mármol pentélico, variedad de mármol procedente del monte Pentélico, cercano a Atenas y uno de los más utilizados en época clásica.
Pero uno de los valores más importantes de este yacimiento arqueológico es precisamente su amplia estratigrafía, que ofrece un amplio espectro cronológico que abarca desde el siglo I hasta el X, formado por la villa romana, su conversión residual en edificio de culto cristiano en el siglo VI, y por una necrópolis de la misma fecha, donde se han exhumado más de 150 individuos. Todo el conjunto fue amortizado por una alquería andalusí y por su correspondiente cementerio, fechado a finales del Emirato y principios del Califato.