La Navidad 2021 en Antequera va a contar como pregonero con Juan Jesús Trujillo. La Asociación de Belenistas ‘Noche de Paz’ así lo ha designado; decantándose por este empresario y presidente de Aventura Solidaria.
“Fue una sorpresa, en el mes de agosto, una noche, que recibí la llamada de Juan Pablo Montesinos, el presidente de la asociación”, relata el pregonero de cómo recibió la noticia.
No se podía negar por varios motivos, comenzando porque “a Juan Pablo lo conozco desde hace muchos años de ser vecino mío en la calle Herrezuelos, y sobre todo porque siempre ha estado con mi madre montando belenes y aprendiendo cómo se hacían”. Pese a esa tradición familiar, Trujillo reconoce que “no soy belenista”, aunque sin duda es una fecha especialmente emotiva para él.
“El Belén es algo que me encanta, y que aparte del sentimiento que tiene para los cristianos de escenificación del nacimiento de Jesús, es una tradición preciosa”; no dudando en considerarlo como un arte. “Pocas expresiones artísticas hay de este nivel actualmente, como podemos ver en el Museo de Mollina”, añade.
Desde niño ha vivido cómo se montaba el Belén en su casa. “Siempre ha sido algo muy especial, y no soy belenista no porque no me guste, sino que considero que para serlo hay que tener unas cualidades artísticas que, por desgracia, no he sacado de mis padres”.
Sus primeros recuerdos en su casa “son de cuando era muy chico, porque lo montábamos en el salón, que después fue donde dormíamos los tres hermanos porque ya no teníamos mucho sitio, y era muy grandes, con las casitas de corcho que se compraban en la papelería de Madre de Dios”.
De niño también recuerda “el Belén de San Sebastián, que me llamaba la atención el sonido de los truenos que tenía, incluso cuando se hacía de noche y de día”. Después, “a raíz de eso, mi madre empieza a meterse en el mundo del belenismo con los primeros que monta con la Cofradía del Socorro y posteriormente en Matagrande”.
“Hubo belenes que fueron espectaculares, pero lo más asombroso era la pasión que le ponía a todo eso”, además de forma absolutamente autodidacta, “aprendiendo de lo que veían, o preguntando a los que más sabían. Por eso, todos los años hacían un viaje a Jerez, e incluso se compraron una videocámara para grabarlos y luego experimentar en casa”, recuerda.
Por esas vivencias, cuando cada Navidad visita un Belén, es capaz de reconocer “el trabajo que muchas veces es de todo un año dedicado a eso, como pasaba en mi casa, y podía ir viendo cómo iba avanzando cada elemento”. También valora “la presión con la que trabajan al llegar las fechas, mi madre incluso se ponía mala de tantos nervios”.
Este paso del nivel tradicional de corcho al belenismo artístico lo vivió de primera mano a través de sus padres. Eso le permite conocer las diferencias entre un Belén y una maqueta: “Son muy parecidos, aunque el Belén tienen el significado concreto del nacimiento de Jesucristo. Al final, en ambos casos se representa un momento”.
Los clicks llegaron para cambiar la Navidad
Su pasión por el mundo de las maquetas, y principalmente por los Playmobil, le llevó a traer a Antequera la primera gran exposición navideña dedicada a los clicks; y de la que precisamente se cumple una década.
“Este año es especial por esos diez años de la exposición que se hizo en Santa Clara, y que también tenía mucho que ver con el belenismo, ya que al yo vivir en casa todo lo que suponía montar un Belén, las horas que se le dedicaban, me hizo entender que hay cosas que se pueden hacer por pasión”. Fue un año intenso de preparar el proyecto a la Asociación de Coleccionistas de Playmobil, convencerlos y hacerlo una realidad.
No fue sencillo, incluso tuvo que coger el coche y plantarse en Burgos, “donde el presidente de la asociación tenía un hotel”, para ejercer todas sus dotes persuasivas hasta conseguir que este gran evento aterrizara en nuestra ciudad. “Eso es una de las cosas que sí que he heredado de mis padres, que soy muy cabezón”, reconoce Trujillo.
“Estaba seguro de que iba a gustar, tenía la esperanza de que viniera mucha gente, y tenía claro que el motivo principal era el solidario, porque todos tenemos que poner nuestro granito de arena”, indica a la vez que reconoce que “no podía imaginar lo que eso iba a suponer para Antequera”.
¿Cambió esa exposición la forma de celebrar la Navidad en Antequera? “Los Playmobil han cambiado muchas cosas en Antequera, pero cuando uno lo analiza y ve las cifras que hay detrás, lo primero que cambió y eso que nos costó muchas críticas, era que las cosas tienen que tener un valor. Que se cobrara una entrada simbólica para ver una exposición, ya que la gente no tenía conciencia, ni aunque fuera benéfico”.
“Aquí han venido coleccionistas de todos los puntos de España, y ninguno ha cobrado nada”, y las cifras que se consiguieron no se han hecho por ninguna exposición ni antes ni desde entonces. “Lo segundo bueno que nos trajo esa exposición fue comprobar que las cosas que hacen las personas de aquí, como sucedería con la de Star War, se hacen con mucho más cariño que una exposición que venga de fuera para llevarse el dinero. Esa implicación hace que el resultado siempre sea mejor”.
Así se ratificaba en 2013 con esa gran muestra, nuevamente con los Playmobil, que Juan Trujillo impulsaba en una carpa de 800 metros en la plaza de toros. “Eso fue una locura, ya en Santa Clara hubo más de 17.000 visitas, pero en la plaza se superó todo lo previsto, con más de 33.000 personas en un mes”. En su recuerdo quedará para siempre las colas del primer fin de semana, “que llegaban hasta la estación de autobuses”.
El momento más feliz del año para todo el mundo
Actualmente, sigue viviendo la Navidad “como cuando era un niño, es el momento más feliz del año para todo el mundo, tanto para los que por motivos religiosos tenemos una creencia como para el que no, porque al final es una época en la que todos somos más amables y simpáticos, nos gusta ayudar a los demás…”.
Personalmente, “cada Navidad me encanta recordar cuando era chico, aunque es cierto que vas echando en falta a personas que ya no están a tu lado, pero tienes niños y familia que es lo más importante y que es lo que hay que disfrutar en cada momento”.
Todo eso lo quiere plasmar en ese pregón promovido por la Asociación de Belenistas de Antequera ‘Noche de Paz’ de este domingo 12 de diciembre en la iglesia de San Pedro: “Quiero que el Pregón de la Navidad refleje mis vivencias de niño y de adulto, para transmitir a través del belenismo todo lo que yo he vivido en casa”, señala Juan Jesús Trujillo.