El Club AqvaSlava de Antequera conseguía muy buenos resultados en el fin de semana en el Triatlón de Massis de Antella, de Valencia, especialmente en la categoría masculina donde Iván Tejero y Gonzalo Pardo, terminaban primero y segundo de la prueba.
Junto a ellos, Patricia Bueno finalizaba tercera tras realizar una gran remontada, ya que en el recorrido en bicicleta se perdió haciendo parte en sentido contrario. A pesar de ello, consiguió hacer una gran remontada y finalizar tercera.
Por parte de los triatletas masculinos, Tejero se llevó la victoria teniendo tan sólo seis segundos de ventaja con su perseguidor el argentino Pardo, también de AqvaSlava. El circuito que completaron fue de 1.900 metros de natación, 85 kilómetros en bici y una media maratón de 21,095 kilómetros. Tejero completó el mismo en un tiempo de 4 horas y 22 minutos, en una parte final agónica donde sufrió para llevarse la victoria.
“Parece que hoy tocaba sufrir. La natación me fue cómoda, disfrutando de nadar en un río que me gusta mucho y con Mateo Pesquer como compañero. En la bicicleta disfruté al máximo en un circuito que me viene perfecto y domino bien y donde la táctica que emplee fue la de subidas a fuerte ritmo, cómodo en los llanos y aéreo y bajadas súper concentrado. Hasta ahí todo perfecto. Cuando me bajé de la bici para correr llevaba 8 minutos de ventaja sobre el argentino Gonzalo Pardo. Pero Gonzalo es un grandísimo corredor y en el km. 10 echando cuentas empecé a ver que me cogía. Tocaba subir el ritmo, pero mi cuerpo no quería más. Empecé a notar ahogo y angustia. Aún así me animé pero veía que no va bien. Tocaba subir peldaño en el ritmo sí o sí, pero pasaban los kilómetros y el estómago me mataba, las piernas iban fuera de tono, sin fuerzas y con calambres. Y mis nauseas aumentaban cada vez más… Pardo iba como una moto ycada giro veía que se me echaba encima. Si levantaba el pie, era hombre muerto y si no, físicamente también me rompía. En el kilómetro 16 fue cuando creí que no podía más. Fue el momento donde entré como en trance y donde pararme no entraba en mi cabeza. Me dije: ¿Cuántas series de estas he hecho en los entrenos? Puedo hacer unas más. En el giro tenía a Gonzalo a 2 minutos, luego a 1,30… En la recta de meta lo tenía encima. Pero entré, cogí la cinta con rabia por el trabajo y caí desplomado en el suelo…”, dice Iván Tejero.
