Sin novedad en el frente. Los problemas económicos del Club Balonmano Antequera siguen sin resolverse y, mientras tanto, el vestuario del primer equipo vive momentos delicados que se dramatizan con el paso de los días. La última decisión para ahorrar dinero ha sido la de viajar en autobús el mismo día del encuentro y regresar al término del mismo, paliza que los pupilos de Ortega hacen en su desplazamiento a tierras levantinas para enfrentarse al Torrevieja.
Los titulares de un periódico malagueño anunciaban esta semana que «El Balonmano Antequera se muere». Y se muere porque los directivos ya no saben lo que hacer y porque no se le abren, ni una rendija siquiera, las puertas que están tocando, mientras sigue la discriminación hacia el único equipo andaluz en la mejor liga del mundo, en un agravio comparativo más que sumar a los que padece Antequera. Ni la Junta, ni las entidades a las que han llamado, responde; dejan abierta la puerta, pero no firman un compromiso que es lo que serviría para atenuar la actual situación y su primera consecuencia, al mantenerse la deuda con los jugadores, tras que éstos decidieran perder algunos entrenamientos, es que por León dan por hecho que se llevan a Rafa Baena, como por Valladolid no ocultan el interés que el ex seleccionador nacional, Pastor, siente por Jorge Martínez.
Aprovechamos la visita del consejero Luciano Alonso este viernes a nuestra ciudad para preguntarle si se ha avanzado algo sobre las posibles ayudas al club, a lo que él nos contesto –antes de montarse en su flamante coche oficial, un Lexus– que «no hay ninguna novedad». ¿De verdad que el señor Consejero de Deportes está dispuesto a «echarle una mano» al único equipo andaluz en la liga ASOBAL?