El sábado cuajó un partido tremendo, con 9 goles, hasta tal punto que Asobal lo nombró como jugador del siete inicial de la jornada. Un día donde vio debutar a su hijo, Álex, quien con 16 años da una buena noticia para esos chavales de la cantera. Le entrevistamos ante una semana muy especial para él.
Es junto a Rafa Baena los dos jugadores que saben lo que es jugar la Copa del Rey como local en Antequera. Lo hicieron en 2010 y lo harán en 2022. Antes, ante el Valladolid… uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho… ¡hasta 9 goles en el último partido consiguió Juan Antonio Vázquez, “Chispi”. ¡Qué partido! Como los de los grandes tiempos. “Cambiaría ahora mismo cada uno de los goles que metí porque nos hubieran metido a nosotros alguno menos y hubiéramos podido ganar los dos puntos. En ese aspecto uno siempre uno está contento cuando juega bien, sobre todo en un rol que a priori a principio de temporada no era el que yo debía de tener, pero el sábado era un partido en el que todo el mundo tenía que dar el do de pecho y era un partido vital”.
Jugando como el primer tiempo, ¡los puntos vendrán! “Sí. Entiendo que la gente esté un poco nerviosa y quiera ver ganar a su equipo, nosotros también, pero la obsesión ahora mismo no debe ser ganar partidos, tiene que ser mantener ese nivel de juego. Los partidos anteriores habían sido una imagen muy mala, y creo que si mantenemos ese nivel de juego lo otro ya llegará”.
Volviendo al gran partido personal, ¿ibas sintiendo que iban entrando los goles, escuchabas a la afición, recordabas esos buenos tiempos, tener tantos minutos, jugar tan bien… cómo te sentías dentro del campo? “Lo primero es que hubo bastantes de 7 metros que era una faceta que no se nos ha dado bien a principio de temporada. Por lo que cuando fueron entrando uno detrás de otro, me sentí bien por mí y por esa faceta que no estábamos muy acertados de cara al equipo, y cuando vinieron otra serie de goles y jugadas buenas te hacen tener ese poquito de energía cuando te falta”.
En otras temporadas le preguntábamos a Nacho Soto si influía la estatura o no a la hora de un 7 metros. ¿La portería se ve más chica, más grande? “Depende del momento; hay unas veces que se ve muy grande y otras que se ve muy chica. El sábado al principio era un poco más pequeña pero a partir del tercero era más grande porque ya me sentía con más confianza. Es cuestión de confianza”.
A pesar de la juventud y de algunos fichajes, fuisteis los veteranos los que tirasteis del carro. Rafa, Diego… “Ya sabíamos los tres que nuestra función era un poco en algunos momentos dar ese punto de veteranía, y que en algunos momentos íbamos a tener que tirar del carro. Es verdad que Diego y Rafa sí han tenido más peso en otros partidos, pero yo el sábado ayudé un poco más y lo que haga falta”.
Además de los 9 goles sabemos que hay algo personalmente que le emocionó. Habrá que buscarlo, pero creemos que no habrá coincidido un padre y un hijo jugando en el mismo equipo en Asobal. En el Fernando Argüelles seguro que no. Fue una de las buenas sensaciones del día ver a la cantera teniendo sus minutos. ¿Qué supuso tener a Álex jugando en el partido del sábado? “Hay que diferenciar dos puntos. Uno el personal por supuesto, el que tenemos aquí en casa, que para su madre y para mí es un orgullo que se premie y que tenga esa continuidad y ese fruto a ese trabajo. Y después está la vertiente deportiva que la convocatoria es totalmente merecida y debe ser el espejo en el que se miren el resto de chavales del club. Lo he puesto en redes sociales, que para nosotros por supuesto como familia fue importante, pero que a nivel de club que debute un chaval de Antequera, de la cantera, formado aquí, le da un poco de sentido a todo lo que hacemos en el día a día en la base. Y que todos sus amigos y todos sus compañeros tenían casi la misma o más ilusión que él ver que uno de los suyos había conseguido competir”.
¡Cómo rugió el Fernando Argüelles! La filosofía del club, igual que ha ascendido casi la mitad de la base que ha jugado muchos años, ojalá se mantenga el equipo y se consiga que la mitad de la plantilla pueda ser jugadores de la base. “Yo creo que ése es el objetivo. Cuando subimos Francis, Nacho, José Antonio, Fran, Fernando… hay jugadores que ya han acabado como Nacho o como José Antonio, y hay jugadores que no vamos a ser eternos, como en mi caso, o Rafa o Diego. Y esos jugadores hay que sustituirlos por gente de la cantera, que tengamos siete u ocho jugadores de la base que formen ese núcleo central del equipo y que se complemente con la gente que venga de fuera. Tener esos siete u ocho jugadores de Antequera primero crea sentimiento de club y después, hay que reconocerlo, a nivel económico ahorra mucho gasto económico”.
Además de jugador dentro del club, es director deportivo de la cantera, con la base… ¿Hay chavales para, igual que Álex, seguir sus pasos y poder verles en Asobal? ¿Cómo está ahora mismo la base y la cantera del club? “Después del año de pandemia, que sí que es verdad que se notó un poco de bajón, este año volvemos a tener catorce equipos de base. Ahora así de memoria, excepto el alevín masculino, todas las categorías tienen dos equipos por categoría, un equipo de primer año y otro de segundo. Creo que la cantera de Antequera a nivel de balonmano es de admirar. Los entrenadores se vuelcan cada tarde y yo sí que creo que hay chavales para poder ir entrando. Obviamente no para tener un peso porque la categoría es muy dura, pero sí que pueden estar entrenando con nosotros, sí que pueden ir entrando y como digo el objetivo es que de aquí a dos o tres años vista haya un número considerable de chavales de Antequera en el primer equipo”.
Este año está el equipo filial, pero lo suyo sería tener también un equipo en el Plata y tener dos o tres equipos para ir supliendo. “Creo que en Plata, no, pero en Primera sí. En plata no, porque podríamos bajar nosotros y ellos bajar automáticamente. Yo creo que un equipo en Primera Nacional. Le estamos pidiendo a chavales que salen de la etapa juvenil que directamente pasen a Asobal o a Plata, el salto es muy grande. Lo ideal sería un segundo equipo aquí en Antequera, con gente de aquí de Antequera, y que puedan ir fogueándose. Eso a nivel económico y a nivel de instalaciones es complejo de llevar”.
¿Dónde podemos situar la base que hay aquí en Antequera con las que hay en Andalucía? “Creo que a nivel andaluz estaremos entre los mejores; pero a nivel de números no creo que haya muchos más clubes con el volumen de jugadores y jugadoras que tenemos en Antequera. Por supuesto, Cajasur está ahí, que tiene masculino y femenino, Montequinto, con masculino y femenino… pero yo creo que poco más a nivel de volumen. Nos falta materializar todo eso en mejores resultados a nivel andaluz. Hay mucho arraigo de balonmano en Antequera, pero a nivel de monitores todavía no tenemos esa filiación, salvo cuatro o cinco casos, cada año tenemos que ir cambiando”.
La irrupción del balonmano femenino en Antequera
Y en cuanto a los equipos femeninos, ¿cómo los ves? Hemos visto en Antequera el acuerdo de que el equipo de las “panteras” de Málaga jueguen aquí. “Ahora mismo el balonmano femenino en Antequera vive un momento de ebullición. Como en su momento cuando se subió por primera vez a Asobal hubo un boom aquí, ahora mismo el balonmano femenino en Antequera está de absoluta moda, hay una cantidad de niñas deseando jugar a balonmano, igual que acabamos de decir con el senior, lo ideal es que el filial sea nuestro, no que venga un equipo de fuera a jugar en nuestras instalaciones. Puede estar bien un año, dos años, como publicidad de la ciudad, pero yo personalmente no creo en ese tipo de acuerdo, hay que apostar por nosotros, no comprar que vengan a jugar a nuestras instalaciones”.
Hablaba de dos o tres años para que los chavales de la base pudieran estar en el primer equipo a buen nivel. En cuanto a los equipos femeninos ¿sería factible poder estar en la base de la liga femenina? “Este año va a ser la primera generación senior que salga femenina. Yo creo que con el nivel femenino que hay, quizá en Segunda o Primera Nacional se podría sacar un equipo. Vuelvo a insistir a nivel económico y a nivel de instalaciones, las instalaciones son las que hay, y meter a catorce equipo como tenemos ahora, si le metemos dos filiales más serían dieciséis equipos, en un pabellón y medio es complejo”. ¿Haría falta un pabellón más? “Uno solo para balonmano. Si nos están escuchando los demás deportes dirán también para baloncesto…”.
Por la mañana profesor de Universidad, por las tardes jugador y las 24 horas a tiempo completo un padrazo en casa. Cuéntanos algo de lo que haces por las mañanas, dónde estás dando clase, qué asignatura… “Hasta el año pasado con el tema “online” estaba en la Universidad de Huelva. Este año conseguí sacar un par de asignaturas en la Escuela Universitaria de Osuna (que pertenece a la Universidad de Sevilla) y lunes y viernes estoy allí y soy profesor de balonmano, y los jueves tengo también jornada en otra universidad en Sevilla”.
¿Y cómo está considerado el balonmano dentro de los deportes en la docencia? “Por desgracia como pasa en el resto de la sociedad el balonmano todavía está muy por detrás. Los chavales en la universidad lo primero que quieren es fútbol. Sí es verdad que son bastante agradecidos porque una vez que lo conocen y se van adentrando en él, suele gustar bastante. También está en la pericia del profesor que no se convierta en algo pesado, sino que lo vean como algo divertido y entretenido y como un deporte que tiene muchas posibilidades”.
¿Por qué eligió “Chispi” el balonmano y no otro deporte? Tuvo que haber un año, una edad o un momento en el que eligiera el balonmano. “Fue casualidad. En Tercero de Primaria el profesor de Educación Física montó una escuela de balonmano y todos nos metimos en ella. Hasta entonces no hacía ningún tipo de práctica deportiva ni actividad física de ningún tipo, aunque es verdad que en aquella época no estaba tan de moda como ahora que hay miles y miles de actividades para los niños desde prácticamente los dos años. Poco a poco, fui mejorando, mejorando, a veces un poco más estancado… hasta ahora”.
¿En qué posición empezó a jugar? “El primer año que jugué empecé de portero y al año siguiente cuando empezaron a tirar más fuerte, me quité. Me pasé directamente a la primera línea”. ¿El primer equipo en el que jugó? “Balonmano Triana, que ahora está muy de moda con el proyecto faraónico que quieren montar, y que hay mucha de la gente que estaba cuando yo empecé”.
¿Recuerda el primer partido que jugó, o el primer gol, la primera anécdota…? “Como si fuera ayer. Fue en el Colegio Elena Canel, en Triana, en pista por supuesto descubierta. Yo era alevín, pero jugué con los infantiles y quedamos 6-5, y el primer gol lo metí yo. Como si fuera ayer, recuerdo perfectamente dónde tiré, cómo fue… para eso siempre he tenido muy buena memoria”. Van pasando los años, los partidos… ¿cuándo podemos decir que fue la primera temporada, el primer equipo profesional o semi-profesional de Chispi? “En Palma del Río, en Primera Nacional en 2001. Ya nos daban algún dinerillo, estaba con Rafa, hace 20 años, y ya empezábamos a pensar que podíamos sacarle más provecho a esto, pero siempre dedicándole mucho tiempo a estudiar y a pensar en el futuro”.
Aprovechando de la buena memoria y de los recuerdos, ¿se acuerda de la primera vez que visitó Antequera? “Sí, la primera vez que viene a Antequera fue un torneo de Navidad que hicieron aquí, vine a jugar con Balonmano Rochelambert, jugamos contra el hermano de Nacho Soto, que es de mi edad, del año 83, Pepe Vegas, también… Creo que un 28 de diciembre, era yo juvenil de segundo año”.
¿Qué tuvo el Fernando Argüelles o Antequera, o el balonmano para enganchar o enamorar a Chispi la primera vez que lo vimos jugando aquí? ¿Qué persona fue la que le llamó? “Voy a decirte otra vez que fue Rafa, porque nuestra vida deportiva y de amistad ha ido muy ligada. Él ya estaba aquí, yo estaba en Almería, el Almería estaba desahuciado, yo fue a jugar allí buscando una oportunidad básicamente y Rafa estaba todos los días diciéndole a Carlos ‘hay que traerlo, hay que traerlo’, y ya Carlos me llamó. La conversación fue fácil porque yo quería venir. Recuerdo el primer día de pretemporada con Rafa que yo vivía en la Avenida de la Legión, al lado del Parque Atalaya, y terminamos el primer entrenamiento y se vino a mi casa y recuerdo la conversación en el que le dije: ‘Rafa, aquí estamos y aquí ya nos tenemos que retirar’. Y creo que va a ser así, aunque entre medias hayan pasado muchas cosas. Venir a Antequera era lo máximo en aquella época, estoy hablando de 2009, y aspirar a estar aquí era lo máximo para nosotros, estar en el mejor equipo de Andalucía, que estaba en un momento buenísimo, en una ciudad magnífica y nuestro objetivo era estar aquí el resto de nuestra carrera deportiva”.
Os pilló esa crisis del deporte y de la vida en general… Lo que era Asobal, en lo que se ha convertido, muchos se tuvieron que ir de España para jugar al balonmano… ¿Ahora en qué circunstancias estamos? ¿Un renacimiento del balonmano español, de la liga española? “Yo creo que a nivel económico, si lo comparamos con esa época no se ha renacido, estamos bien, pero se cobra muchísimo menos que en aquella época. Sí creo que a nivel competitivo, exceptuando al Barça, la liga es muy bonita, puede ganar cualquiera. A nivel competitivo general, cuando ves los resultados contra el Barça, pierde mucho interés, y eso hace que el deporte carezca de ese nivel competitivo que le gusta a la gente. Yo creo que se dejó pasar ese primer resurgimiento de la crisis, y ahora sí creo que no deberíamos dejar pasar el dar una infraestructura y unos cimientos más sólidos tanto a la estructura de los clubes como a la competición, para a partir de ahora crecer, y no volver a repetir patrones que sabemos van a fallar, y que van a caer más tarde o más temprano”.
¿Es compatible el balonmano con el balonmano playa? “No me cabe ninguna duda de que es compatible y es más, yo digo que es complementario. El uno hace que mejores en el otro sin ninguna duda. Y ¿cómo surge esa relación? “Sevilla organizó un torneo, allí lo hicimos, unos cuantos jugamos… Barbate, Algeciras… siempre han tenido mucha tradición y en 2004, me dijeron vente a jugar el campeonato de España en Mazagón. Fui allí, me lo pasé bien, me gustó, y a raíz de ahí al año siguiente ya fui a la Selección, al año siguiente ya jugué el tour nacional entero y en 2006 ya estaba en la Selección hasta 2019”.
Recordamos aquí en Antequera cuando fue convocado en esas concentraciones previas con los Hispanos, quizá ¿el poder haber jugado con la Selección Absoluta es algo que “Chispi” se hubiera merecido por los resultados? “Fui en un momento en el que no me lo merecía, que fue en 2010 cuando fuimos Jorge, Luisfe, Rafa y yo. Sinceramente no tenía nivel para estar en la Selección, y luego en la temporada 2014-2015 que termino como máximo goleador, a alguna competición podía haber ido. No como algo continuo, sino en ese momento en el que estaba en muy buen momento de forma. Siempre he pensado que a la Selección de cualquier deporte tienen que ir los que estén mejor. A lo mejor en ese momento sí se me podía haber dado una oportunidad y el seleccionador que estaba no lo vio oportuno”.
Si no lo consiguió “Chispi”, ¿lo conseguirá Álex? “No tenemos que pensar en eso. Él está en un momento en el que juega a esto por pasárselo bien, porque le gusta y lo disfruta, y es mejor no darle esa presión ni que piense más allá que en lo que está ahora. Seguro que ahora con esto del primer equipo seguro que se siente un poco más presionado y creo que no hay que darle importancia”.
No hay que tener 16 años para ser la estrella, como pasa en otros deportes como por ejemplo el fútbol. “En este deporte con 16 años es imposible ser la estrella porque la diferencia física entre un niño de 16 años y una persona de 30 es muy grande, y prima muchísimo la fortaleza física que con esa edad no se tiene todavía”.
Juan Antonio Vázquez “Chispi”. Si grande es en estatura más lo es como persona. Sevillano de nacimiento, antequerano de corazón, un buen hombre que tiene la pasión por el Balonmano dentro y fuera de la pista del Fernando Argüelles. Su nombre está llamado a seguir muchos años ligado al equipo que hoy milita en Asobal.