El 16 de mayo está destinada a ser una nueva fecha histórica para el Balonmano Antequera: ese día, a falta de tres jornadas, el Iberoquinoa Antequera tiene su primera oportunidad de ascender a Asobal, la máxima categoría del balonmano español.
Tras la época gloriosa de Manolo Porras en los banquillos y la generación de Fernando Argüelles en la cancha, la Ciudad del Torcal vive una nueva época histórica que se basa en un club modesto, que cuenta con la base como pilar y fin, con un primer equipo que fusiona gente de la tierra con jugadores de las localidades próximas y jugadores veteranos que completan el equipo que preside Lourdes Melero y dirige Lorenzo Ruiz.
Sin ser de capital, tras una temporada en la que la pandemia, pero sobre todo la decisión de la organización fue injusta con lo vivido en los pabellones, se presentaba el sueño del añorado Pepe Jiménez: subir esta vez sí a Asobal.
Y se empezó a jugar partido a partido, con salidas y entradas en el vestuario y el banquillo, pero con la misma ilusión: un equipo que es una piña y que tenía las miras en la segunda fase, donde se jugaría de nuevo el ascenso a Asobal.
Tras los años mágicos del equipo de Antonio Carlos Ortega tras ascender a Asobal con Juan Carlos Jiménez como presidente, el 22 de abril de 2006, se vivieron unos años mágicos donde se plantó cara a los históricos del Balonmano y se jugó hasta la Copa del Rey. Pero la debacle de la entonces mejor liga del mundo, también terminó en pesadilla en la ciudad.
Como un ave fénix, siempre con la modestia que compartió en los banquillos Manolo Porras y la garra de Fernando Argüelles, se empezó de nuevo a creer y a crear el equipo que este año, sí o sí, estaba destinado a subir.
«El comienzo va a ser determinante. Sabemos que es una carrera de fondo y más en este año que hay tantas variables que no sabemos lo que va a pasar. Tenemos que dedicarnos a lo nuestro, entrenar y trabajar cada día y centrarnos en el siguiente partido”, así se mostraba Lorenzo Ruiz al regresar a los entrenamientos.
Y su sueño lo dejaba claro con Pepe Jiménez, patrocinador principal que se fue antes de tiempo: «¡En su mente estaba tener un equipo en Asobal y vamos a luchar por él y su familia! Sólo puedo decir cosas buenas de su familia porque nos ayudan en un momento en el que no es fácil y todo lo vamos a trabajar por Pepe. Llevar Iberoquinoa en el pecho es un orgullo. Somos sus trabajadores y su familia».
Y como fue la filosofía de Manolo Porras, dejaba clara su hoja de ruta: «Ojalá subiéramos a Asobal y yo sería el tío más feliz del mundo, no sólo a nivel personal que siempre ha sido mi objetivo desde que empecé, pero también por la familia y por la ciudad porque se lo merece. Que volvamos y que volvamos con 7 u 8 jugadores de Antequera”.
El ascenso moral se consigue en Novás
Aunque no sea aún matemático, Lorenzo antes del partido vital de este sábado ante el Novás lo tenía claro: si ganaban, serían ya equipo de Asobal con ascenso directo, ya que era el único equipo que podía quitarle la segunda plaza y luego quedarían tres partidos, el primero el próximo domingo a mediodía en casa ante el Burgos.
El Acanor Novás Valinox era tercero en la tabla y el único que podía quitar la segunda plaza de ascenso directo y desde el primer minuto, se demostró que era una final y ganaron los de Lorenzo Ruiz: 23 a 24.
Diego Moyano dio un nuevo recital en la portería (¡este hombre es un hispano con corazón antequerano!) y Rafa Baena hizo lo que se le pidió al principio de temporada: ser la piedra angular de las victorias, el muro a derribar, y de nuevo cuajó una gran actuación como en toda la segunda vuelta.
Arrancó mejor el Iberoquinoa Antequera, que supo adaptarse mejor en los primeros minutos a la presión y exigencia del encuentro y estuvo por delante en el marcador con un gran Alberto Castro que lo dio todo.
Con un 5 a 8 en el minuto 13, el Novás tuvo que reaccionar: el partido de le iba y llegó al 9 a 9 en le minuto 21. Lloria, otro portero veterano, también se lució y llevó al tiempo muerto de Lorenzo Ruiz que tuvo que hacer lo mismo que su adversario y buscar un cambio en su juego.
Moyano fue entonces el punto referente, quien con sus paradas aguantó la remontada local y se llegó con un 12 a 12 al descanso.
En la reanudación, de nuevo el Iberoquinoa Antequera, tuvo en frente a un Acanor que sabía que si perdían, dejaban sus opciones matemáticas de ascender y lo dieron todo.
Llegó el minuto 41 y los locales se ponen por delante con un 17 a 16, pero fue justo en ese momento cuando Baena dijo aquí estoy yo y cambiaron las tornas.
Baena, Adrián y las paradas de Moyano frenaron los martillazos locales y Nacho Soto terminó por sentenciar el duelo en el último minuto a pesar de que el Acanor Novás, en un arranque de orgullo final, logró rebajar la diferencia a la mínima expresión, .
Al final, fiesta de ascenso virtual, a falta que las matemáticas digan que lo es oficial el próximo fin de semana. ¡El Argüelles y Antequera esperan al equipo del deporte rey en la tierra del Torcal!
Alineaciones
Novás: Lloria; Ariel (6), Trigo, Vila (2), Chaparro (1), Krook (2), Martínez (1) -siete inicial- Petter (2), Aymerich, Hermida (6), Ferre (3), Dacosta y Flores.
Iberoquinoa Antequera: Moyano; Baena (6), Adrián Santamaría (4), Luis Castro, Del Castillo (3), Alberto Castro (4), Chispi (1) -siete inicial-; Ortega (1), Soto (4, 1p), Reyes y Moreno (1).
Parcial cada cinco minutos:
2-2, 3-5, 6-8, 7-9, 10-10, 12-12 (descanso); 13-14, 16-16, 18-18, 19-19, 21-22 y 23-24 (final).